viernes, 14 de diciembre de 2012

Trabajando

Valencia escribe sobreÉl era una de mis citas preferidas, me daba poco trabajo y siempre aprendía algo nuevo, interesante. El trato lo establecimos el primer día, nunca volvimos a hablar del tema. Yo le acompañaba, simplemente tenía que permanecer a su lado en silencio, alegre e inspiradora.
Pedía siempre una botella de vino y un solo vaso, escribía y escribía sin parar en papeles que luego, arrugaba y guardaba en el bolsillo del pantalón.
Me limitaba a mirarle, hablábamos poco, de vez en cuando decía alguna palabra en voz alta y yo, sonreía. Así, pasábamos las horas acordadas un par de veces al mes…
Era uno de mis mejores clientes, educado, bohemio, guapo y pagaba sin reproche al finalizar el servicio.

8 comentarios:

  1. Qué envidia, pues, hacer de figura decorativa!!

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  2. Seguramente tu personaje desearía que todos sus clientes fuesen como este. Me ha gustado, Mer.

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  3. Buen trabajo... hacía de musa del escritor...
    Me ha gustado mucho Mer.

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  4. Muy original esa trabajadora de la calle, que encuentra un cliente tan generoso e importante.

    Abrazos.

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  5. La prosti reconvertida en musa... Original y muy bien escrito.

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  6. Un texto sencillo, directo, con las palabras justas. Me gusta, Mer.

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  7. Si una pequeña foto produce tal inspiración, qué no haría un@ mus@ real o imaginari@??

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