Después de muchos años de tenaz esfuerzo pero continuos fracasos
académicos, Calixto abandonó la Carrera de Derecho. Dado que su exiguo
currículum limitaba mucho las opciones laborales a su alcance, se vio abocado a probar
suerte en tareas de muy variada índole.
Primeramente fue contratado como peón albañil en una gran obra, mas nunca consiguió que fraguase el hormigón que le ordenaban preparar.
A continuación lo intentó como ayudante de un carnicero y el segundo día se rebanó la falange superior de su meñique izquierdo.
Como taxista tampoco tuvo demasiada fortuna, pues se extraviaba
constantemente en las calles de la gran ciudad a pesar de la ayuda que le
proporcionaba un GPS de última generación.
Tras su renuncia forzada, en la Biblioteca Municipal tuvieron que
contratar tres eventuales durante dos meses para volver a clasificar todas las
colecciones que Calixto había desordenado.
Pero nuestro amigo no se amilanó;
afrontó positivamente todos esos duros reveses y resolvió seguir un cursillo intensivo
de Finanzas Avanzadas por Internet. Con su diploma en el bolsillo, encontró un
puesto de broker en la delegación
local de una importante Consultoría de Inversiones con sede en Filadelfia y en
pocas semanas consiguió arruinar a miles de personas. Ahora es Vicepresidente
Ejecutivo de la Compañía y está forrado; vive en Londres, conduce un Ferrari Testarossa y está prometido con
una prima segunda de Paris Hilton.
¡Jajaja, qué bueno! Desgraciadamente, el mundo está lleno de Calixtos, que encima nos están gobernando. Tus relatos son muy frescos y están muy bien construídos. Gracias por compartirlos y llenar este blog de alegría...
ResponderEliminarHey!!!! Yo quiero ese cursillo!!! ¿Dónde hay que apuntarse? jeje, mola tu relato, Rafa
ResponderEliminarYa se sabe, no suelen ir unidas la inteligencia y la riqueza o la honestidad y las finanzas. Muy buena crítica a todos los trepas que no saben hacer la O con un canuto. Felicidades!!
ResponderEliminarMuy bueno Rafa!!! Estoy de acuerdo con las chicas, es una crítica buenísima.
ResponderEliminarEl relato tiene un ritmo perfecto y destaca el lenguaje que usas, las palabras que has escogido: amilanar, abocar, afrontar...Además es una crítica muy ácida de lo que sucede con los "trepas". Un saludo, Rafa.
ResponderEliminarMuy bueno Rafa... Posiblemente has descrito la trayectoria de muchos hombres de negocios. Me gusta.
ResponderEliminar¡Desafortunadamente tu relato es muy realista! Muy bien, Rafa, te pongo un 10. Lo que yo no entiendo es cómo estos mequetrefes están acabando con nuestro bienestar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el dinamismo que le has puesto al relato. Estoy de acuerdo con todo lo que te han dicho Rafa.
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