No
sé por qué… todos me miran de forma extraña cuando entro en el ascensor con mi
cocodrilo. Es normal que les pida espacio para él... un día lo van a pisar. Esta
mañana, sin ir más lejos: toda la gente se apelotonaba sin dejar sitio para que
pudiera mover su larga cola. Yo le pregunté a mamá el porqué y me contestó que el
cocodrilo no es la clásica mascota que tendría todo el mundo, pero que era la mía
y que debía ignorar la opinión de los demás.
En
la calle, soy el objetivo. Me observan pasear con mi brazo extendido sujetando
por la correa a mi joven amigo. Tiene fuerza y tira de mí, pero le hablo con
suavidad y termina por detener su paso y caminar a mi lado levantando su dulce
mirada. Mientras caminamos le cuento mis secretos.
Por
suerte, en casa es bien aceptado. Mis padres me comprendieron sin titubeos
cuando les hablé de su presencia. Lo notaron cuando vieron que repetía siempre
el segundo plato, pero acabaron cediendo. Es pulcro y aseado, silencioso y disciplinado.
No molesta a nadie, hasta les gusta a mis vecinos, que son muy estirados y
tienen un tigre de Bengala albino. Ambas
mascotas se llevan bien cuando se encuentran en el rellano y así, yo puedo hablar
con mi amiga Carlota, su hija, que va a mi colegio y siempre me cuenta que su
compañera de pupitre, Sandra, tiene un orangután de pelo rojizo que es una
preciosidad…*
* No sé si ha quedado claro al redactarlo... No se habla de mascotas sino de amigos imaginarios. Está basada en la historia que me contó una amiga de mi infancia. Ella tenía un amigo imaginario que era un cocodrilo, por eso, al ver la foto, no me pude resistir...
* No sé si ha quedado claro al redactarlo... No se habla de mascotas sino de amigos imaginarios. Está basada en la historia que me contó una amiga de mi infancia. Ella tenía un amigo imaginario que era un cocodrilo, por eso, al ver la foto, no me pude resistir...
Hemos pasado de la semana erótica a la semana de las mascotas. Muy bien, prima, me gusta. Besos.
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarSi los vecinos siguen teniendo mascotas de ese tipo, acabarán haciendo un zoológico jeje. Me ha gustado Amparo.
ResponderEliminarEn realidad es la historia de una niña (una amiga de mi infancia), que tenía un amigo imaginario que era un cocodrilo. Cuando ví la foto...no me pude resistir.
EliminarVaya con las niñitas! Y el erotismo??? Dale, anda que no decaiga!!
ResponderEliminarHe de reconocer que soy bastante "naif" y me cuesta ponerme erótica, pero lo intentaré.
EliminarMe ha encantando. Me ha recordado al Laberinto del Fauno, me ha evocado a historias fantásticas y cuentos preciosos. Jo, es chulísimo.
ResponderEliminar¡Gracias, Wis!
EliminarEs un micro que me gusta mucho. Tal vez, para darle más fuerza a la idea de que son mascotas imaginarias, tendrías que modificar un poco el segundo párrafo. Que se note en ese párrafo que al final de la correa no hay ningún animal. Ten en cuenta que la foto no ayuda a pensar en lo contrario.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso, Amparo.
Gracias, Geli
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