lunes, 16 de septiembre de 2013

EL VALS DE LAS MARIPOSAS



Mi habitación, toma un aire de serenidad como cada primer sábado de mes, desde hace un año. ¡Su presencia se hace palpable en un día como hoy! El vestido con el olor peculiar a naftalina descansa encima de la cama y los zapatos se encuentra en su vieja caja. El disco de vinilo, hace sonar el vals favorito de los abuelos en el tocadiscos que heredé de la abuela. Poco a poco, como en un ritual cojo el vestido y pasándolo por la cabeza lo dejo caer por mi cuerpo. Me acicalo igual que en la foto; su imagen quedó plasmada desde hace ya tanto tiempo... Me miro al espejo, ¡no me falta detalle!. Me dirijo hacía el garaje con calma compasada y la certeza de que allí me espera el abuelo; vestido con una camisa blanca, un traje gastado por el tiempo y que ya le queda grande, y un sombrero obsoleto. Cuando me ve, su cara es todo un poema. Abre la puerta del copiloto de su primer coche, lo guarda como una reliquia en recuerdo a ella. Con gesto de galán me ofrece su mano y me invita a subir. Sin darme cuenta ya se encuentra sentado a mi lado y gira la llave del contacto, ruge el motor como en sus mejores tiempos. ¡Sus ojos cobran vida! Seguramente como aquella noche y ese brillo me hace prever que su mente se encuentra en el famoso salón, donde hace cincuenta años bailó por última vez el vals con la abuela. Ese vals que los unió por primera vez y como cualquier pareja de enamorados lo hicieron suyo, pero..., un fuego fortuito los separó drásticamente aquella noche. El abuelo coloca las fotos en el salpicadero; la que tiene con la abuela y la que nos hicimos el mes pasado y lo cierto, es que la única diferencia es ver como el abuelo se fue mermando con el paso de los años.
- Con estos caprichos, has hecho muy feliz a este viejo. ¡Gracias cariño! -
Sus últimas palabras las dijo en un tono inaudible; sus ojos se cierran y una sonrisa aparece en la comisura de sus labios.

13 comentarios:

  1. Un relato entrañable, Fina. Me ha encantado.

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  2. Una historia preciosa, Fina.
    Como no te molesta que te corrija (a mí tampoco)
    te diría que te sobra un "cada" en:
    "...como cada primer sábado de cada mes,"
    Poniendo: "...cada primer sábado de mes," ya queda claro.
    "Su vestido con el olor..." creo que: "El vestido con el..." para no repetir "su".
    "...con calma acompasada con la certeza..." cambiaría por: "...con calma acompasada y la certeza..." para no repetir "con".
    Continúa escribiendo. Siempre te dije que tienes unas historias muy bonitas en tu mente y, tal vez, necesitas "pulirlas" un poco más antes de publicarlas.
    Un abrazote!!!

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    1. Amparo, ya sabes que no me molesta que me corrijan al contrario, es la manera de aprender y yo soy una alumna un poco torpe. Muy agradecida como siempre por tus enseñanzas.

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    2. No eres nada torpe Fina. Eres un sooool!!!!

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  3. Muy tierno, una etapa de la vida delicada que hay que cuidar con cariño, se nota el mimo con que lo has escrito. Un abrazo.

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  4. Puro sentimiento. Me encantó. Si me permites una sugerencia elimina las dos primeras líneas, creo que despistan un poco. Creo que el relato empezaría con mayor contudencia a partir de "Su vestido, con aroma a naftalina, reposa sobre mi cama" Creo que así fijas a la protagonista y a la ausente. Directa al objetivo. Un placer haber leído tu texto. Un abrazo

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    1. David, si borro las dos primeras líneas no doy a entender que la protagonista se lleva vistiendo como su abuela desde hace un año para darle gusto al abuelo. Creo que es parte de la historia, pero te agradezco tu sugerencia. Un abrazo

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  5. ¡Glupss! tres "creo" en mi comentario no me lo tomes en cuenta. Un abrazo

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    1. Jejeje ¿Cual es el comentario que no debo tomar en cuenta éste o el anterior?

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  6. Fina, que forma más hermosa de complacer y demostrar todo el cariño hacia el abuelo. Me gusto mucho. Un saludo....
    Un inciso: acabo de leer el relato de Rafa y creo que me quedo (sin lugar a dudas) con esta forma de envejecer y de morir.

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  7. Gracias recaredo. Cuando se quiere a alguien se hace todo lo posible por hacerla feliz.

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