Se dio cuenta de que esta vez sus palabras habían ido más allá de las meras especulaciones. Le encantaba maltratarla. Sabía que no debía comportarse así con su mujer, era terriblemente humillante para ambos, pero la celosa pasión que sentía por ella lo cegaba.
Disfrutaba. En el mismo momento en que ella le dio la espalda, tras dos horas de espantosa discusión, su mano soltó el platillo que sostenía y notó el extraño sabor amargo de los restos de la taza de café.
Hola, Malén. Tu relato me ha parecido muy bueno, como siempre. Pero no entiendo las frases entre rayas y puntos. Corrígeme si me equivoco, pero aquí las rayas sustituyen a las comas, luego no entiendo el porqué de los puntos. Las frases en cursiva parece que se refiera a la entrada de otro narrador, pero entonces esa no sería la forma correcta de abrir diálogos. Por el contrario, si la cursiva hace referencia a una lectura aparte o paralela creo que ha quedado una frase inconexa. Bueno, creo que ya son demasiadas cuestiones. Gracias de antemano por tus explicaciones. Un abrazo, ciao.
ResponderEliminarPues había pretendido poner los pensamientos del protagonista, del maltratador, separados del relato del narrador, de ahí la letra cursiva y entre guiones, pero al parecer no lo he conseguido, tal vez sobren los guiones, dado que no sé si constituyen una aclaración. Gracias, Eufrasio, por tus comentarios.
ResponderEliminarEntonces, quizás, usar para ello la primera persona, ¿no?
Eliminar"Me encantaba maltratarla", "Su aroma me extasiaba"...
Gracias a ti por las aclaraciones.
Muy bueno tu relato, Malén. Yo pensaba que se debían poner los guiones más las comillas. No sé, realmente. De todas formas lo he entendido y me ha gustado.
ResponderEliminarDuro y largo en el tiempo a pesar de lo breve... mucha angustia en pocas palabras.
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