Día diez del noveno mes del año
2011.
Ayer
me senté para realizar el primer ejercicio de escritura del manual “Taller de
escritura creativa”. ¡Mi carrera como escritor iba a empezar ese día por fin!
Busqué una superficie “sensual” como aconsejaban las primeras páginas de ese
curso. Opté por una pluma y folios de papel reciclado, no por ecologismo si no
porque su tono gris me pareció más cálido que el blanco satinado. Sentado
frente a la hoja comencé por el título “Ejercicios de escritura creativa”. Lo
subrayé y puse dos puntos. Como veis trato de ser metódico y ordenado. Justo debajo daté el ejercicio de la forma
más elegante y literaria que buenamente se me ocurrió. La primera propuesta era
escribir cualquier cosa que imaginara. Sin embargo, mi cabeza se convirtió en
un saco de cemento armado donde ninguna neurona pareció dar señales de vida. Y
así fue como pasé los restantes cinco minutos: subrayando con esmero el
subrayado y apilando con precisión milimétrica las hojas. Hasta que me levanté
de la silla desanimado.
Hoy me siento
más inspirado y dispuesto a escribir mi primera obra maestra. En la mesa se
encuentran los folios reciclados, tal cual los dejé, pero detecto un problema.
El trabajo de ayer se consumó con un encabezamiento, subrayado y, debajo, una
fecha. Si bien eso me ahorró trabajo para hoy, también me ha originado un
conflicto nada despreciable. Hoy es día once de septiembre, no día diez. Lo que
pueda escribir debajo de esa fecha, se habrá escrito el día once cuando el
encabezamiento marca el día diez y en el manual dejaban muy claro que teníamos
que encabezar nuestros escritos con una fecha, para ver la evolución. Entonces
lo escrito hoy parecería que lo fue ayer, y no es cierto. Me resultaría muy
fácil, ciertamente, ocultar esta verdad al mundo. La simple omisión resolvería
el problema pero sería mentira. Además, ¿qué fecha pondré mañana? En buena lógica
tendría que escribir día once para que no se vea que incumplí mi promesa de
comenzar el día diez. A nadie le importaría pero, a falta de alguna otra, tengo
por virtud ser sincero, por lo menos, conmigo mismo. Además, eso sería una
mentira aún más grave, puesto que tendría alevosía y premeditación. Y quién
sabe qué podría pasar si mientras el mundo va por una fecha yo voy por otra
¡Podría llegar a creer que vivo en la fecha de mis escritos y pensar que veo el
futuro! Calma, no puedo permitirme enloquecer el primer día que comienzo a
escribir. Podría dejarlo —otras cosas nos ofrece el mundo— pero tendría
remordimientos por el dinero gastado en el curso de escritura. También podría
datar el folio de mañana con el día doce y mandar al olvido el día once de
septiembre. ¿Pero cómo?, ¡Precisamente el día en el que escribo mis primeras
líneas!
Por supuesto, podría tachar el número diez y
poner un once pero entonces ocurrirían dos cosas: 1. Sería estéticamente feo y
2. ¿Cómo diablos se entendería entonces lo que acabo de redactar?
En verdad que
en la vida de un escritor aparecen obstáculos difíciles de explicar.
Gracias Rafa, Amparo y a todos por pertimirme compartir este espacio con vosotros. Esta semana hizo dos años que empecé a escribir. Quiza fue la crisis de los cuarenta.He querido que mi primer texto aquí fuera, precisamente, el primero. Un abrazo a todos.
ResponderEliminarJa, ja, ja... Qué problemática!!
ResponderEliminarHola Malén, un gusto conocerte. Tu gráfica risa me llena de satisfacción. Nos leemos
EliminarBienvenido a VE, David. Creo hablar en nombre de todos al transmitirte nuestro agradecimiento por tu colaboración en estas páginas. Y para ser tu primer texto, hay que reconocer que está muy bien. Pronto los compañeros advertirán el gran talento que atesoras. Repito: Bienvenido y un abrazo.
ResponderEliminarPor Dios Rafa ¡Me sacas los colores!. En todo caso quien va a aprender en este blog soy yo de vosotros. Un abrazo y otra vez gracias por acordarte de mí.
EliminarBienvenido a VE, David. Creo hablar en nombre de todos al transmitirte nuestro agradecimiento por tu colaboración en estas páginas. Y para ser tu primer texto, hay que reconocer que está muy bien. Pronto los compañeros advertirán el gran talento que atesoras. Repito: Bienvenido y un abrazo.
ResponderEliminarGenial!!! Bienvenido David, como siempre, gran trabajo.
ResponderEliminarGracias Pumu por tus palabras. En próximos textos comprobarás que "como siempre" es muy exagerado. Un abrazo y un gusto conocerte.
EliminarEstupendo también tu primer escrito, ya apuntabas maneras, ¡un torrente de divagaciones!, como solemos decir en casa después de una buena paella: ¡qué dura es la vida... de un escritor (en éste caso)! Abrazos¡
ResponderEliminar¡Por fin puedes comentar aquí! La verdad es que decidí subir este texto como una continuacíón del excelente relato que publicaste ayer.
EliminarUN ABRAZO MUY GRANDE
Pues me parece una estupenda continuación, ya que el pobre se quedó pagando los platos rotos, le propiné un cruel castigo a su ego desmedido, je, je.
ResponderEliminar¡Bien hecho! Un abrazo
EliminarDavid, Eres mi segunda alegría del día (la primera ha sido Asun). Tendrás que darme alguna clase de esas, se que me vendría bien. Te cuento un secreto si me prometes no divulgarlo: Cuando empiezo a escribir, las ideas bullen en mi cabeza pero el desorden es tan enorme ahí dentro que nunca me sale como lo tenía pensado en principio. Jamás.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, compañero.
Foixos
¡Eso es lo bueno! Tienes una idea y buscas una trama que la plasme. Primero buscar un final con cierta gracia y luego un inicio. Y empiezas con el esquema, y se te ocurre otra cosa, otro relato y dejas el primero. Y aparecen papeles con notas indescifrables en los bolsillos... Que te voy a contar hasta que agarras una historia creo que todo es caos. Un abrazo amigo.
EliminarBienvenido, David. Enhorabuena por ese texto que, según tú, es el primero. A mí me parece que nadie podía expresar mejor el torbellino de contradicciones que revolotea en la cabeza del escritor ante la página en blanco. Tu texto promete mucho, mucho, mucho.
ResponderEliminarGracias Amparo por permitirme participar con tantos y queridos compañeros. Si fue el primer texto, lo bueno de empezar tarde es que lo poco que tengo escrito lo tengo a mano. Un abrazote
EliminarEnhorabuena por tu relato y bienvenido David.
ResponderEliminarGracias fina un placer conocerte.
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