lunes, 14 de enero de 2013

Y ya no estaban allí



Pol Úbeda Hervás


Se descalzó y la sombra ocupó su lugar, realizando todo lo que él había soñado y no osaba hacer realidad.
Las mujeres de V.E., atónitas al observar aquello, se quitaron los zapatos 
y se lanzaron todas juntas a la piscina.
Desconocían que desde aquel día sus mentes navegarían por los procelosos mares de la fantasía; donde absolutamente todo es posible.
Jamás quisieron recuperar sus calzados.   

3 comentarios:

  1. Pero que emocionante!!! Se me ha puesto la carne de gallina...
    Todo es posible...
    Un abrazo

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  2. Eso es lo que tenemos que hacer: lanzarnos a la piscina pero ¡ya! Muy bonito, Maga, gracias.

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