jueves, 24 de enero de 2013

Tren nocturno

Valencia escribe sobre
Es tan amargo este trago de saliva que recorre mi garganta, primo hermano de la bilis que viaja libremente por mi organismo que, en cualquier momento, morirá envenenado por mi cobardía…
Tenía que haber imaginado que mi vida acabaría en la más triste de las soledades, la soledad absoluta… A Rosa, la abandoné sin compasión a orillas de una feroz enfermedad, lejos de mi lado, nunca más volví a verla con vida.
Mis hijos me aborrecen como se detesta a un extraño que hiere… Mi hijo nada entre la ruina económica y  los zarpazos de un matrimonio asfixiado.
Mi hija, lleva años sin acercar su mejilla a la mía. Me mira con ojos distantes y calla.
Hoy he decidido irme, cobijarme entre las sombras y tomar un tren a ninguna parte, cabizbajo, viejo, arrepentido y con el orgullo intacto.

6 comentarios:

  1. Muy bueno, Mer. Felicidades y besos.

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  2. Amargo ese tren nocturno. Muy bueno, Mer. Me ha gustado.

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  3. La no solución: huir para no enfrentarse a los problemas. Otra forma de ver las cosas. Me gusta, Mer.

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  4. Tremendo, pobre tipo!! Muy penoso, demasiada culpa le has hecho cargar al prota!! Me ha llegado hondo!!

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  5. Un personaje muy atormentado, Mer, da de sí mucho, literariamente. Me ha gustado, amiga.

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