Parecía una pesadilla, pero no lo era, aunque al final resultó serlo...
Onírico, virtual o real: los hombres de negro y sin cabeza invadieron la tierra. Sus botas metálicas iban destruyéndolo todo. Nada tiene valor:”demolición, demolición…”
En su enorme maleta
se iban llevado poco a poco las risas, las caricias, el color, la
música y los sueños de un mundo mejor…dejándonos a los humanos secos de
cartonpiedra.
No los vimos llegar, absortas como estábamos adoctrinando a quien quisiera oírnos: no podemos seguir así, acabaremos con todo, hay que ponerle freno al consumo, y bla, bla, bla… ¡¡Mater natura, ay!!
Ahora
somos madresestatuas, los ojos y la lengua arrancados, condenadas a oír
para siempre el ruido de fondo de una descontrolada máquina
registradora que en su locura acumula sin cesar números con muchos ceros al final: "Money , Money..."
Muy bien, María José, me ha gustado mucho. Ahora no pares y escribe todas las semanas.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado.Lo de escribir cada semana ya es mas complicado porque me cuesta darlo por finalizado por muy corto que sea le doy vueltas y vueltas
ResponderEliminarPero es una cuesrtión de hábito, si te acostumbras, no te costará nada.
EliminarMuy bien, ya te has lanzado a la piscina. Y nadas muy bien, por cierto!! Bienvenida!!
ResponderEliminarBienvenida, María José!! Me gusta tu relato
ResponderEliminarMaría José, te doy la bienvenida y te felicito por este relato, está estupendo. Saludos.
ResponderEliminarGracias a todas por la invitación y por los ánimos.
ResponderEliminarNos veremos por aquí,os leo a menudo.
Me ha gustado, tiene un toque Kafkiano que me lo hace muy agradable.
ResponderEliminarGracias y me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn saludo