viernes, 25 de octubre de 2013

Vidas robadas


¿Cuándo supiste que suplías un deseo? ¿Cuándo percibiste la ausencia de amor verdadero, el amor que rebosa sin tapaderas? Si fuiste un niño al que no le faltó de nada…, faltándole todo percibías una barrera infranqueable. ¿Cuándo notaste los besos fríos, la caricia huraña, la mirada baja, el silencio abierto a un océano oscuro? Ahora comprendes porqué eres extranjero en tu propia tierra, tu peculiar acento te forjó forastero, naciste aquí e inmediatamente te transportaron, arrastrando tus raíces, simulando el feliz alumbramiento en cualquier país lejano, vano intento de transformar el pasado, para siempre instalado, como un muro derrumbado, en el anhelo de una pareja de avaros que te criaron como ancianos.

8 comentarios:

  1. Tremendo Asun. El robo de niños, los padres postizos, es un miedo ancestral. Pero a veces me pregunto que si la verdad puede hacer más daño que la mentira ¿no es mejor mantenerla oculta? A veces, cuando oigo noticias de este tema, comento con mi mujer que si cualquiera de mis dos hijos en realidad no fuera mío por algún "error de entrega" en la maternidad, jamás querría enterarme. Abrazos

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    1. Como dices, David, es un miedo ancestral, instalado en la conciencia colectiva, de ahí, pienso, los cuentos de madrastras, hermanastros, húerfanos... Creo que aún en casos no malintencionados, los secretos siempre emergen, se las apañan para aflorar. Un abrazo.

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  2. Profundo texto, Asun. Aunque la última frase, demasiado larga para mi gusto, complica un poco su comprensión. Un abrazo.

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    1. Gracias por comentarlo Rafa. Le he añadido comas y creo que ahora se entiende mejor. Un abrazo.

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  3. Asun, das en el clavo. Para las madres sin hijos y para esos hijos que no saben que no son hijos de sus madres... Muy duro, si señor.
    Un abrazo

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    1. Bueno he de decir que he tenido ayuda pues está inspirado en un hecho real que conozco de cerca, es increíble que haya pasado ésto con tantos niños y durante tanto tiempo. Todos tenemos derecho a saber de dónde venimos. Gracias por tu comentario.

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  4. Un micro que hace pensar, Asun. Yo opino que siempre hay que decir la verdad, desde el principio.Lo malo es que en estos casos de niños robados, los supuestos compradores tenían tan pocos escrúpulos como los que organizaban la trama...Muy duro.

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    1. Gracias por comentar Amparo, de piedra deben tener el corazón ésta gente. Un abrazo.

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