Hace siglos llegué aquí, a éste mundo mortal, me llamo Casualidad.
Algunos me llaman azar, otros sincronicidad. Muchos reniegan de mí, no me
quieren aceptar, simplemente prefieren negar que la mente pueda crear. De entre
infinitas posibilidades, surge una, que se muestra para el que la quiera mirar.
Por ello aparezco así, velada, me oculto tras ésta vieja cortina, raída y
gastada. Soy anciana como ella, más una fuerza impertinente me sostiene, una
renovada ilusión me mantiene siempre en pie. Uno en la misma familia las fechas de nacimiento, también
las de defunción, uno nombres y apellidos con la profesión, uno parejas y
amigos, aquellos que hacía tiempo sólo se veían en sueños, uno poesías y relatos, pinturas y fotografías, esculturas y retratos, uno y desuno destinos, la
ficción la convierto en realidad, voy indicando caminos, dejo pistas indelebles
para el que las quiera seguir, no llevo manual de instrucciones, la gracia
reside ahí, que cada cual interprete a gusto del consumidor, que luego no
quiero líos, prefiero no oír reproches, me mantengo así en suspenso, me quedo
quieta en el umbral, no vaya a ser que algún incrédulo me quiera endosar un
supuesto mal final: que todos los días tomaba café en aquél bar, donde el
primer premio del gordo dejó escapar… ¡Ah, la casualidad! Mucho tiene que ver
con Destino, siempre manteniendo el pulso con Libre Albedrío, más no me quiero
extender, mejor lo dejamos ahí, que es una historia muy larga, me voy para
adentro, que ya noto algo de fresco y me tengo que cuidar.
Asun, el jugo que le has sacado a la foto es impresionante... el relato, sencillamente HERMOSO.
ResponderEliminarUn abrazo y un beso
Muchas gracias Reca, me 'inspiró' la casualidad que comentó Rafa respecto a la fotografía que eligió para la semana y el relato de David, escrito antes. Las sincronicidades es uno de mis enigmas preferidos, es muy difícil narrarlos, y me embalé al leer el comentario de Rafa. Muchos abrazos.
EliminarEnorme. Tu visión de la vida me tiene cautivado. Eres como una física teórica descubriendo los misterios de la realidad. En física cuántica la realidad se define cuando se observan los quarks. Hasta entonces la realidad es una conjunto de posibilidades. Es inquietante. Hasta que no existe el observador las partículas pueden tener cualquier movimiento y estar en cualquier lugar.
ResponderEliminarLa casualidad es finalista siempre decimos: si hubiera salido un segundo más tarde no se hubiera encontrado con aquel coche. Pero siempre es un intento de racionalizar el caos como dices. Por que si no fuera así lo que negamos es el libre albedrío... ¿ves? mira lo que me provocan tus textos. Un abrazo
Muchas gracias David, es un privilegio poder compartir y comentar éstos temas, pues en el discurrir diario, normalmente, se salen de contexto. Es un torrente de conocimientos científicos los que rondan por tu mente, tengo pendiente el libro que me recomendaste y, aprovecho para recomendarte a mi vez, los artículos de Amador Martos, que publica en la revista La columnata, sección Un minero en el parlamento, ahora está escribiendo sobre la educación cuántica, uniendo de forma magistral ciencia, filosofía y física cuántica. Abrazos¡¡
EliminarAsun, creo que has desarrollado un gran texto de alto contenido filosófico. Desde luego, le has sacado partido a la foto, ¡rediez! Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Rafa, como le decía a David, es un privilegio poder compartir con vosotros y, si además me regalas en tus comentarios con la narración de "tus" casualidades, pues miel sobre hojuelas. Recuerdo la que comentaste sobre la coincidencia de algunos detalles de una novela de un escritor norteamericano con la ambientación, creo recordar, de los capítulos que escribiste sobre Cooper, esa me encantó, anótatela para que no se pierda. Abrazos¡¡
EliminarUn gran texto, Asun. Te hace pensar... Voy a leerlo varias veces, se lo merece, te lo mereces. Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Amparo, un fuerte abrazo¡¡
EliminarMuy bueno Asun, me pareció hasta poético. ¡Derroche de imaginación!
ResponderEliminarMuchas gracias Fina, más que imaginación es producto de darle vueltas a todo, no lo puedo evitar... Abrazos¡¡
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