El bosque junto al lago.

Walter Breuning, el hombre más viejo del mundo, falleció el jueves. Tenía 114 años. Breuning murió de causas naturales en Great Falls.

Causas naturales,¡ ja!, a esa edad se puede morir de cualquier cosa, una leve brisa al atardecer es letal, una indigestión tras un postre con demasiada nata es letal, una diarrea por mezclar agua con ciruelas, es muerte segura, así que ustedes me dirán, una muerte por causas naturales con 114 años, es del todo imposible. Yo les diré de qué murió Walter. Murió de impaciencia, parece irónico ser impaciente con esa edad, pero así es.

El miércoles Walter se fue a remar al lago Michigan como todos los miércoles, había quedado con su único hijo supérstite de 89 años de edad, Walter Junior llegó tarde como de costumbre, a su padre le dio tiempo a sacar la barca, encajar los remos y botarla sin ayuda alguna, era algo que llevaba haciendo toda la vida, aun tuvo tiempo de calentar los hombros cuando avistó a su hijo colina arriba, Junior tardó en bajar hasta el embarcadero 12 minutos nada menos.

Remaron durante hora y media y se despidieron a orillas del lago hasta la mañana siguiente, los jueves paseaban por el bosque hiciera el tiempo que hiciera.

El jueves amaneció nublado, a las 8:00 Walter ya estaba listo, las nike en los pies, un gorro de lana sobre la cabeza y algodón cubriendo sus partes nobles, pantalón de montaña, forro polar, guantes, una botella de agua y un palo de trekking. Miró el reloj, Junior se retrasaba de nuevo, todavía estaba dentro de su margen de 20 minutos.

Una hora más tarde Walter empezó a impacientarse, el sonido de una sirena le regaló pensamientos funestos. Junior estaba achacoso y ayer en el lago no pudo remar el camino de vuelta.

Otra vez no, pensó Walter, Gloria me dejó hace 40 años, tres de mis hijos no supieron sobrevivirme y Junior no creo que lo consiga.

Dentro de una ambulancia viaja el envoltorio de Junior, cuando salía de casa, puntual por primera y última vez en su vida, tropezó con el escaloncito imperceptible del portal, perdió el equilibrio, trastabilló y con torpes trancos que no pudieron evitar la caída, se precipitó sobre el asfalto en el momento en que una Triumph Boneville pasaba por allí, el golpe fue demoledor, Junior murió al instante.

Walter le espera en el parque, ya está listo para salir, está harto de esperar a todo el mundo y decide marcharse solo.

Jamás regresó del bosque por su propio pie. La misma ambulancia que recogió a su hijo, le condujo hasta la morgue, un lugar donde Walter ya no tendrá que esperar por nadie.