martes, 2 de agosto de 2011

¡QUÉ MALA PATA!



Por fin llegamos a la isla después de doce horas de travesía. Se portaba bien el viejo velero, aunque el mar en calma y el viento suave, pero suficiente, habían colaborado a la bonanza del viaje. Solo hubo un detalle que enturbió la felicidad completa. Aquella invitada, Carla, la nueva novia de nuestro buen amigo Anselmo, que venían con nosotros. Se empeño en llamar la atención todo el tiempo, paseándose por cubierta con sus tetas morenas recién operadas y su culito en pompa, este sí cubierto por un pequeñísimo tanga. Yo la miraba furiosa mientras fingía estar concentrada en la lectura del último libro de Vargas llosa que me aburría mortalmente.
Fue un descuido fatal, mientras nuestros hombres trasteaban en la cocina preparándonos un tentempié, la pobre se cayó al agua con tan mala fortuna que se quedó enganchada en la hélice del barco. No pudimos hacer nada. Creo que nuestro amigo va a trasladar su hermoso cuerpo inerte en avión para entregársela a su familia. Pobrecilla, también ha sido mala pata...

6 comentarios:

  1. ¡Qué mala, te la has cargado en un plis!

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  2. Yo siempre he preferido a la chica que lee a Vargas Llosa, aunque se aburra.

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  3. En un micro no se puede andar una con contemplaciones, Mag.
    En cuanto a Vargas Llosa, mira a ver si tú puedes con "El sueño del celta" a nuestra "heroína" le resultó insufrible, Marco.

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  4. Jaja qué bueno, ágil y directo, si señorita.

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  5. Jo!! me siento pillada...a mí también me aburre mortalmente Vargas Llosa...Y respecto a la del tanga...por una vez...HA ESTADO BIEN,QUE CARAY!!!

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  6. Tetas postizas, tanga, un accidente dudoso con final trágico y Vargas Llosa... habemus best seller.

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