lunes, 23 de mayo de 2011

Yolanda Nava Miguélez, MI CAUSA: TÚ


No sé que fue lo que puso tanta distancia entre nosotros, pero un abismo infranqueable empezó a separarnos y cuando quise remediarlo, la profundidad del mismo era demasiado grande y oscura.
Tal vez fueron mis reproches cuando te alejabas del patrón que mis ilusiones habían creado para ti, los que nos distanciaron definitivamente.
Dejaste de necesitarme, ya no me consultabas tus cosas, empezaste a vestir de forma diferente, a cerrar la puerta de tu cuarto, a relacionarte con amigos que nunca había visto antes.
Un día te fuiste y el dolor se instaló de forma permanente en mi vida, solo encontraba consuelo rebuscando entre los lejanos recuerdos compartidos, escarbando en un pasado cada vez más esquivo y huidizo.
Hasta que te encontré; salías en TV alzando una pancarta entre tus manos, en nombre de no sé qué causa.
Recuperarte fue la mía; moví fronteras, moví palabras, derribé muros y te traje de nuevo a casa, sin preguntas, sin reproches, sin juicios; los años que viví instalada en el miedo y el dolor de tu ausencia, me enseñaron de nuevo a ser tu madre.
 

3 comentarios: