Honorio Buendía cerró los ojos cuando la doctora Porras, bloc en mano, empezó con la sesión de terapia.
-Así que tu perro, el Flaco, sigue hablándote.
-Sí. Pero solo de literatura, el resto del tiempo se comporta de una forma normal, nos entendemos muy bien pero no utiliza la palabra. Solo lo hace cuando escribo, sobre todo cuando no está de acuerdo.
-Ya. ¿Cuándo fue la última vez?
-Ayer. Yo estaba escribiendo una historia de piratas, la de Leocadia Guzmán y Torcuato Hernán, alias Barbapintada, y él se acercó con mirada reprobatoria y me dijo que esa historia no tenía nada que ver con la foto de la semana, ya sabes que participo en un taller de microrrelatos. Le hice ver que estaba equivocado y me dio la razón de mala gana. Creo que tiene celos.
-¿Celos? ¿Qué te hace pensar eso?
-No sé. Cuando escribo me meto tanto en la historia que es posible que él se sienta excluido. Deberías darme hora para él, creo que le vendrían muy bien unas cuantas sesiones, aunque tendrás que hablarle de literatura si quieres que colabore contigo.
-Sí, creo que será una buena idea. ¿Me has traído el relato que escribiste?
-Aquí lo tienes.
-De acuerdo, entonces te espero la semana que viene, dile a la enfermera que te dé hora también para el Flaco.
En cuanto Honorio salió por la puerta, la doctora Porras se apresuró a abrir el sobre y empezó a leer la historia de Leocadia y Torcuato, quería estar bien preparada para argumentar cuando llegara el momento de su cita con el Flaco.
jaja, que bueno Lucrecia pero me quedo con ganas de saber más, me imagino al perro tumbado el sillón hablando de literatura, de verdad que está genial.
ResponderEliminarMarige, inventa todo eso que quieres saber y lo añades. Gracias
ResponderEliminarEs que no me atrevo Lucrecia, no se si me saldría bien la continuación de un relato, pero si nadie lo continua te prometo que lo intentaré auque sea para reirnos un rato. Un beso.
ResponderEliminarjajajajaja... Me gusta. Marige, estamos en casa, así que continúa el relato. Le diré a Juana la Cuerda que siga el tuyo.
ResponderEliminarMuy divertido!!!
ResponderEliminar¡Muy logrado y divertido Lucrecia! me ha encantado.
ResponderEliminarAguardo impaciente la sesión con el Flaco, jeje
ResponderEliminarEstá claro que el Flaco escribe artículos de crítica literaria en Babelia, jajajaja. Me gusta mucho la historia. Enhorabuena Lucrecia.
ResponderEliminarEl diagnóstico de Honorio está claro. Paranoia.
ResponderEliminarProfunda conclusión.
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