Había escuchado millones de veces que la ambición no era buena, que uno debe de conformarse con lo que tiene pero ella no opinaba lo mismo. Miraba desde uno de los ventanales de su castillo el azul del cielo de aquella mañana gris, sentía un dolor insoportable dentro de su pecho como si de un momento a otro le fuese a reventar el corazón. Se vistió despacio con la ropa que le habían preparado para la ocasión, la peinaron con un modesto recogido y le sirvieron el desayuno. En la puerta le esperaba el coche oficial que la llevaría al tanatorio en donde su hermana yacía inerte. A pesar de todo el dinero y el poder que tenía no pudo evitar que la tragedia se cruzara en su vida pero Leticia pensó en una frase “Las penas con pan son menos penas” y se sintió dichosa por ser princesa.
Mujer...
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