Miro el reloj continuamente, estoy muy excitada. Tranquila, tranquila me digo, las cosas
cambian y era ya demasiada racha de mala suerte. Tengo una cita después de
mucho tiempo sin novio y es que los últimos... Pero algo me dice que ahora va a
ser diferente. Por teléfono me ha parecido un hombre educado, simpático y según
el anuncio debe ser atractivo, si no, no lo diría.
Se me acelera el corazón. Aquella es la
cafetería donde hemos quedado, El Paraíso se llama. Decoración caribeña,
amplias playas, numerosas palmeras y un azul mar en las paredes amarillentas
por el tiempo. Y allí está sobre ese maravilloso fondo. Un poco menos alto de
lo que imaginé. Bastante más mayor de lo que pensaba.
Adiviné nada más verlo su soledad y que le estaba pesando también
demasiado, por ese aire tristón de perrillo abandonado que transmitía, e
inmediatamente supe que era él.
María Luisa Pérez
Bienvenida María Luisa. Buen micro
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias. Encantada de estar aquí.
EliminarHola María Luisa. Muy buen relato, a veces hay que poner los pies en el suelo y aceptar la realidad. Que Paul Newman está en el cielo.
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