Los que viven en las nubes no son como nosotros.
Contemplan la autopista repleta de extrañas máquinas
rodantes. Emitiendo inquietantes reflejos metálicos.
Ellos tienen su océano, surcado por miles de hermosos peces
de colores. Y en el fondo del mar, brillantes anillos plateados.
Los que vivimos con los pies en el suelo no podemos imaginar
que atrapando un anillo, sumergiéndose en ese mar, se consigue el pasaporte para la eternidad.
Mientras dura su viaje quizás descubren mundos paralelos, solidarios,
maravillosos.
Pero será tarde, nunca nadie será capaz de poder revelarnos el verdadero sentido de la vida. Imposible el
regreso. No.
Cada uno tiene su propia nube.
ResponderEliminarMuy bonito.
¿Dónde se debe vivir? ¿Es posible un pie encada sitio?
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