Era la gordita de la clase, sus
compañeros se burlaban de ella sin piedad, todos sabemos lo crueles que pueden
llegar a ser los niños; su madre en cambio la lucía orgullosa para que todos
vieran cómo comía la niña y cómo se criaba de hermosa.
Pero con el paso de los años esto
llegó a ser un verdadero suplicio para ella. Dieta tras dieta, no conseguía
grandes resultados, se sentía atrapada en aquel cuerpo que le horrorizaba cada
vez que se miraba en el espejo.
Una “amiga” le comentó que había
ciertas páginas en internet que quizás pudieran
solucionar su problema, otras chicas que se sentían como ella habían
conseguido resultados extraordinarios siguiendo sus consejos. Lo hizo, las visitó y desde ese
momento entró en una oscura dinámica que la condujo a una extrema delgadez, tan
extrema, que todo su organismo empezó a descompensarse, su madre no entendía
qué le pasaba a su niña y para cuando quiso reaccionar, pese a las advertencias de familiares y amigos,
fue demasiado tarde. Su niña levitó hasta lo más alto y desapareció.
Muy bueno, Marisa. Me gusta ese desaparecer metafórico que utilizas.
ResponderEliminarMe gusta ese final.
ResponderEliminarMuy bueno, Marisa!!
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