Ana tiene 43 años, ha pasado momentos difíciles en su vida, un padre que la había abandonado cuando era muy chica y nunca se interesó por ella, una madre depresiva que no pudo sobrellevar la situación de la separación y al dejarse estar puso en riesgo la seguridad de Ana y su hermano. Una infancia llena de necesidades insatisfechas, haciéndose cargo de una madre enferma y un hermano menor. Hasta que entendió que ese no era el futuro que quería. Se esforzó, estudió y trabajó, enfrentó todos los problemas que aparecían, se recibió, se casó y hoy se siente desilusionada por una vida de pareja que no la hace feliz. Los hombres en su vida habían dejado huellas amargas.
Ana vive cerca del mar, por eso cuando en su balcón se posa una gaviota, que parece estar mirándola, piensa y le dice: Estoy desesperada y cansada de los reproches, por eso quisiera volar libre, como vos, sentir el viento, seguir luchando pero pensar solo en mí. Luchar por lo que quiero. Me iré bien lejos, sin rumbo fijo…
Muy bien, Alberto,hay que volar libres antes de que sea tarde. Una pregunta ¿Qué significa "se recibió"?
ResponderEliminarAca decimos se recibió, cuando concluye una carrera (Se recibió de médico, de profesora, de abogado, etc)
ResponderEliminarMe ha gustado, tierno, triste pero real. ¿Se atreverá Ana a volar libre?....
ResponderEliminarMuchos años de ataduras, condicionan un poco, ¿no?.
ResponderEliminarVaya repasito te ha ayudado a dar la gaviota.
ResponderEliminarCreo q todos nos hemos sentido alguna vez con ganas de salir volando, yo de ser pajaro no por lo de mi fobia, pero de sentirme libre como describes miles de veces. Me ha gustado!
ResponderEliminarLo que está claro es que si Ana quiere volar, podra hacerlo sin duda. Muy de hoy en día
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