miércoles, 22 de abril de 2015

LA ÚLTIMA CAMPAÑA



- Hola amor, qué ganas tenía de llegar a casa.
- Hola Susi, perdona que no te haya esperado. Cuando he visto que el departamento de marketing casi al completo entraba en tu despacho, he pensado que tenía que abandonar ya el mío. ¿De qué te querían hablar?
- Dicen que tenemos que hacer énfasis en los saludables que son nuestros productos y lo necesarios para un buen desarrollo intelectual.
- Bueno, es cierto, pero no es ninguna novedad, ya lo incluimos en nuestra publicidad.
- Sí, pero quieren que el argumento principal sea este. Mañana ya lo verás, me han dicho que lo tienen muy avanzado y nos lo presentarán a los dos. Mmm, y por cierto, este pastel de carne está delicioso.
- Sí, cariño, realmente bueno. Lo mejor al llegar a casa es encontrarse la cena preparada. Te ha salido buenísimo. ¿Cuándo lo has hecho?
- Pero si yo no lo he hecho. Hemos salido juntos de casa esta mañana, hemos estado juntos en la empresa y he vuelto más tarde que tú. ¿Cuándo he podido hacerlo?
- Es verdad, qué despiste. Pero bueno, podías haberlo encargado.
- Pero no lo he encargado, yo al llegar he pensado que lo habías traído tú. Qué extraño, al ir a la cocina a coger unos cubiertos he visto que en la encimera había migas de galletas y nosotros en este momento no tenemos galletas en casa.
-Bueno, tampoco es tan raro. Tu madre tiene llave de casa, ha podido traer ella el pastel de carne y se le han caído migas de una galleta que se estaba comiendo.
- ¿Mi madre?, no es cocina típica de mi madre y yo creo que sería incapaz de dejar migajas sin recoger.
- Ya lo tengo, ha sido Berta, la mujer del conserje. También tiene llaves, cocina muy bien y alguna vez nos ha preparado un buen plato.
- Sí, puede ser. Pero también es incapaz de dejar unas migajas, es muy pulcra.
- Bueno, pero pudo subir acompañada por alguno de sus nietos, se le cayeron migajas y Berta ni se daría cuenta. Ya sabes cómo son los niños, siempre dejando rastro…
- No, no lo sé. Nosotros no tenemos. A lo mejor no nos los merecemos.
- Cariño, venga, no digas eso. Nos los merecemos. Vamos a tener los niños más rechonchos y listos del planeta. Ya sabes que soy tu mejor amante, bueno espero ser el único.
- Qué tonto eres.
-Has sonreído. Qué bien. Venga, vamos a salir de dudas.
Alfonso coge de la mano a Susi y se dirigen por el pasillo hacia la entrada para hablar por el telefonillo con el conserje, cuando de pronto se oyen las voces de unos niños cantando una canción infantil. El sonido parece venir del fondo del salón. El matrimonio se mira con ojos de escepticismo y sorpresa, y vuelven hacia esa habitación. Las voces han cesado y ahora es el "click" de la radio el que les provoca un gran sobresalto. El aparato parece haberse encendido solo y comienza a emitir una noticia antigua, el locutor que la transmite hace días que dejó la emisora.
La noticia dice "El tribunal ha absuelto al matrimonio formado por Susana Sanhip y Alonso Merkstop dueños de la empresa de alimentación infantil IGLAIA, al no haberse podido demostrar que los alimentos en mal estado que causaron la muerte a tres niños, salieran así de su fábrica, pudiendo haberse deteriorado en el transporte, en el almacén de destino o incluso en el establecimiento de venta directa".
El matrimonio se miró con ojos aterrados y juntos de la mano salieron corriendo hacia la puerta intentando salir de su casa y casi cuando lo habían conseguido, Alonso cayó desplomado con espasmos y convulsiones, instantes después Susana estaba en idéntica situación. Las voces infantiles volvieron a oírse, ahora cada vez más lejanas, y repetían: "Lo sabíais, lo sabíais…"

3 comentarios:

  1. Muy largo y totalmente previsible el desenlace.

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  2. Como suele suceder en el último párrafo se amontonan los datos, sin embargo el principio es muy lento.
    Como idea está bien.

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  3. Demasiado diálogo y no sitúa la acción. El final... quieren hablar con el conserje? se habían comido el pastel de carne ? ( sí por el desenlace). Se supone que le quiere demostrar ser un buen amante ? Demasiadas contradicciones.

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