Lanzó una última mirada fugaz y giró la esquina. El “Adiós”
se quedó en un susurro quebrado que se llevó el viento, aquel viento invernal
que no terminaba de marcharse pese a que ya florecían las primeras margaritas.
Sabía que la buscarían, y quizás entonces tendría que brotar de sus labios aquel “Adiós” tan temido y doloroso. Mientras
tanto, ella pensaría en la vida que siempre deseó tener, aquella vida que
le arrebataron el día que la vistieron de blanco.
Miró el reloj y corrió calle abajo, hacia la estación de
tren. Allí estaba ella. Le pareció la mujer más bella del mundo.
Sonrieron al verse y subieron al tren, el último de aquel día. ¿Destino? No le
importaba si estaba junto a ella. Se acurrucaron contra el asiento mientras
comenzaba el leve movimiento de arranque.
- Adiós – Susurró.
- Adiós – Susurró.
Bello micro, Amparo. La huida a bordo de un tren en pos del futuro...
ResponderEliminarBuen micro, Amparo. Sigue escribiendo a ver si nos animas a tod@s.
ResponderEliminarBien hecho, Amparo!!
ResponderEliminarBravo por la protagonista, jamás hemos de perder el tren!!
ResponderEliminarGracias, es una mujer valiente!
ResponderEliminar