jueves, 27 de junio de 2013

Borrando huellas


                                     
                 

Observó su rostro en el espejo. Con un algodón humedecido comenzó a retirar el maquillaje. Esta vez él no se había esmerado como en anteriores ocasiones y una mancha color púrpura decoraba su pómulo derecho. Se desabrochó el vestido cuidadosamente, las huellas de sus pesadas botas estaban impresas en la piel que cubría sus doloridas costillas y su espalda, en sus muslos…
En su afán por ser una buena esposa, le dijo que se relajara tomando un baño y que ella entraría a darle un masaje y así lo hizo. Provista de guantes a tal fin y aceites esenciales, se inclinó junto a él no sin antes tomar la precaución de rozar con el codo el pequeño reproductor de música que cayó a la bañera. Su cuerpo dio una sacudida y la música dejó de sonar.
Sonriendo esta vez, volvió a contemplar su rostro en el espejo…
  






7 comentarios:

  1. Amparo, has plasmado con las palabras justas una gran y estremecedora historia. Felicidades.

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  2. Negro, negro y sin inmutarse. Me encanta!!

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    1. Gracias, Malén... Sabía que te gustaría...je,je,je...

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  3. Desgarrador Amparo. Toda una vida de dolor plasmada en pocas palabras. Muy bueno

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