Me parece un sueño, desconectar del mundo, sentirme a mi misma aunque sólo sean unos minutos, qué bien huelen esas velas, no contestaré ninguna llamada, la música se instala suave en algún lugar de mi cerebro, las manos que recorren lentas y seguras mi cuerpo, me producen un agradable cosquilleo, por fin este año has acertado con el regalo de Reyes hermanita.
Sigo echando en falta puntos y seguidos. Sin embargo, tras Reyes creo que falta una coma. Pero tras leerlo te digo que me he quedado igual de relajado que tu protagonista. Hacía falta un buen masaje para un inicio tan estresante de año, al menos para mí.
ResponderEliminarBuen monólogo interior!!
ResponderEliminarésta tiene que ser la peluquera, que después des estrés con la clienta del pelo cobrizo se ha marchado a que le den un buen masaje, me ha encantado.
ResponderEliminar¡qué bueno el monólogo y también el comentario de Marige!
ResponderEliminarMuy bien Dori, un monólogo relajadito, hacía falta.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMarige, me parto de risa, sí, tiene que ser la pobre peluquera. Por cierto, un masaje de este tipo sienta de maravilla, lástima que no nos demos uno a la semana.
ResponderEliminarYo no me he dado nunca uno pero después de este monólogo no voy a poder resistirme.
ResponderEliminarQué buen regalo, se portaron los Reyes ¿eh? Me ha gustado, un abrazo.
ResponderEliminarMe encanta, yo también hago eso
ResponderEliminarMe gustó. Me ha relajado leerlo.
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