No la escuches, intenta pensar en otra cosa. Desde que su marido la abandonó por la frutera quiere amargar a todo el mundo. Sí, la tarta de queso que hiciste ayer te quedó buenísima, no la deberías comer que luego se pone en los michelines, claro, si volvieras al gimnasio, que a los tres días ya te cansas, hala, ahora despellejando a su hija, la pobre criatura terminará en Santa Isabel(1) si no se marcha de la casa de esta gobernanta, ponle las mechas como el arco iris en lugar de este cobrizo de costumbre, no te atreves, no, desde luego, ni lo intentes, si para colmo es buena clienta y no te queda otra que sacar tu sonrisa.
(1)-Hospital para enfermos mentales.
Me recuerda a tanta gente, incapaces de superar sus fracasos, empecinados en buscar siempre culpables porque, claro, ell@s son tan prefect@s... Yo hubiera puesto algún punto y seguido, pero no sería ya tu relato. Muy bien.
ResponderEliminarSolo el lapsus de abandonó. Buen monólogo interior!!
ResponderEliminarsi yo digo siempre que en las peluquerías se cuece cada historia, por eso yo me pongo el tinte en casa, jeje. muy buen relato Dori.
ResponderEliminarPues está muy conseguido, así es. Corrige ese lapsus que comenta Malén y te quedará "niquelado", Dori.
ResponderEliminarIntuyo Dori, que éste es un monólogo en segunda persona, que mola bastante, je,je. Me ha gustado.
ResponderEliminarEufrasio, es que esta semana como se puede escribir sin reglas de puntuación, igual me he liado, pero bueno, espero que se entienda. Gracias por la correción ortográfica, por qué pondrían al lado una de la otra en el teclado.
ResponderEliminarQué éxito lo del monólogo, este también me gusta. Estás lanzada, Dori.
ResponderEliminarQué divertido! Enhorabuena, me ha encantado.
ResponderEliminarEste está muy bien, porque es muy cierto que hay mucha gente que no acepta sus fracasos y descarga su frustración contra todos los seres que le aman.
ResponderEliminarMe ha gustado. Es muy intenso, emociones muy fuertes.
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