Se decidió sin meditarlo demasiado, como se hacen a veces algunas cosas que después se revelan como verdaderamente importantes. Por impulsos. Solo pensó en ella, cogió los ahorros de los últimos años y los invirtió en un crucero por las islas griegas durante las navidades, sin dar mayores explicaciones a nadie. Por fin vería cumplido su sueño. Nunca hubiera imaginado que su vida iba a sufrir
semejante transformación, como ya presagiaba el nombre del crucero:
"libertad en el mar".
Me he quedado un poco perpleja, como si faltara algo. ¿La transformación fue que consiguió ser libre?
ResponderEliminarCreo que sí le falta el desenlace, pero quería que lo siguiera Amparo, que es la que se va de crucero y su vida sufre un cambio.
ResponderEliminarEl comienzo es muy bueno. Venga, venga, Amparo anímate y regálanos una de tus historias.
ResponderEliminarBueno, lo intentaré. Creo que, de verdad, algo cambió en mi vida el día 31. Además de pillar un virus gastrointestinal que me dejó hecha polvo, el reposo y el vacío interior que experimenté tanto físico como...sentimental (por llamarlo de alguna forma)han dado una especie de giro a mi forma de pensar. Jo, ya me estoy enrollando. Bueno lo intentaré plasmar siguiendo el cuento.
ResponderEliminarUna metamorfosis, Amparo, eso ocurre de vez en cuando.
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