sábado, 14 de enero de 2012

SOLO ELLA (III)

Ya instalada en su camarote salió al pasillo con el plano del barco en la mano. Quería recorrer las distintas dependencias y poner en su lista aquéllas que visitaría con más frecuencia.
El gimnasio era cien veces mejor que el suyo, con aparatos irreconocibles y vistas al mar por dónde miraras, apetecía hacer un poco de bicicleta, indolentemente, mientras se observaba las olas pasar. Salón de tratamientos aqua-spa, con su elegantísima decoración y música zen. Prometía masajes de todos los tipos y tratamientos de relajación con jacuzzi, cromoterapia, lodoterapia, talasoterapia... Seguro que más de un día lo visitaría. Casino, como los de Las Vegas, con sus lucecitas de colores horteras, sus tragaperras... la ludopatía no era lo suyo. Salón de espectáculos, más grande que cualquier teatro sito en la ciudad de Valencia. Tampoco era muy amiga de las varietés. Galerías de tiendas, eso sí que era un peligro y ocupaban un piso entero del barco, con todas las marcas italianas y francesas... ¡María contente! tienes que  ir a todas las excursiones. Salas de conferencias ¿conferencias? Sí, antes de cualquier excursión se explicaba minuciosamente la historia, arte, gastronomía, productos típicos de la ciudad que se iba a visitar. Interesante. Salón de subastas de arte: superfluo totalmente. Cinco salones de ambientes diferentes para degustar copas y cócteles, restaurantes, karaoke, clases de cocina griega. Demasiado para un crucero de diez días. Ya estaba cansada y decidió cenar en un restaurante pequeño que prometía cocina griega y de salud. Perfecto, mañana hacían escala en Mykonos.

4 comentarios:

  1. Mejor que no te vayas de crucero, ya has visto lo que ha pasado en Italia...Bonita continuación!!

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  2. Amparo, ¡vaya lujo que te gasta!!, continúa,por fa, ¿ligó con algún marinero, perdió el barco en alguna excursión, .....?

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  3. Viajera, bien por tu novela en cómodas entregas semanales.

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