—Te preguntarás por qué te he citado y no a tu padre.
—¿Querías hablar negocios o de mi padre?
—¿Te ayudo a elegir?
Silencio.
—Estoy a cargo mientras vuelve.
—Interesante «¿no tienes ni puta idea de dónde está …?»;
debo tomarte en serio entonces …
—¿Qué sugieres?
—El carpaccio, es
italiano…
Hablan de negocios. Instintivamente Francesca clava su
mirada en Salinas.
—Salinas, este carpaccio es sublime. Sono nel piemonte con il papo Giovanni…
—Seguramente... col
tuo caro papa… «ese hijo de puta ya no ríe ni canta, ¡pero qué carne! Fina,
finísima, tierna, sabrosa…». ¡Nueva
etapa! ¡Viva la Famiglia!
—¡Bravísimo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario