El hombre llamado X, había
decidido cavar cerca de la medianera y profundizar lo más que pudiera. Utilizó
una pala para el hoyo, paja para sujetar las paredes y la noche para ocultar
sus deseos. Esperó sigiloso disfrazando su sombra entre la arboleda. El golpe
fue certero. Lo amortiguó la lluvia que empezó a mojarle justo en el mismo
instante que la Luna caía. Caía, caía…y el hombre llamado X la sepultó con
barro.
(Micreorrelato finalista en el Concurs de microrrelats de Godella 2015)
Muy bueno, María Luisa. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Rafa. Viniendo de ti... dobles gracias.
ResponderEliminarMuy bueno
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ResponderEliminarMuchas gracias Marisa. Cuatro veces "muy bueno" es... muy bueno.
ResponderEliminarMa Luisa, me ha gustado mucho, esa mezcla de locura y realidad. Felicitaciones.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Enhorabuena!
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