Sin saber que él también pasea por el mismo
lugar.
A la luz de la luna, como sombras extrañas que reflejan sus ojos de
fuego.
La naturaleza manda : sin resistirse, se dejan llevar.
A poca distancia,
un hombre les mira.
-Gatas en celo, noches de luna, murmura mientras abre la
puerta del bar.
Muy bueno, Pepe!!!
ResponderEliminar¡Me ha encantado!
ResponderEliminarPepe, te superas con cada nuevo texto. Este transpira poesía en cada una de sus palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarLa noche nos embriaga, buen texto.
ResponderEliminarMuy insinuador.
ResponderEliminar