Dedicado a Rafa con cariño
Aquel
día agarré la pluma con decisión. No estaba dispuesto a dejar pasar ni un minuto más sin contestar aquella carta que había conmovido hasta el rincón más
profundo de mi ser. Me había puesto mi mejor camisa y los gemelos de oro que
heredé de mi padre. Me parecía que, mientras le escribía, ella podía verme y
deseaba tener el mejor aspecto posible. Querida María –comencé- ha pasado tanto
tiempo desde la última vez que te escribí que me siento analfabeto, falto de
palabras y de ideas aunque no de los intensos sentimientos que tu carta ha despertado en mí. Querría decirte tantas cosas que mis manos se paralizan y
apenas acierto a encadenar letras en este escrito que me parece indigno de ti y
de todo lo que siento. Apenas alcanzo a decirte que hemos de encontrarnos, vernos cara a cara y remediar esta pobreza expresiva que me tortura.
Voy a coger el primer avión a Valencia escribe, es urgente que hablemos y
acabemos con este silencio de una vez.
Hasta
muy pronto, amiga mía. Tuyo siempre. L.
Gracias, Lu. Primero por volver a escribir y regalarnos otro de tus maravillosos textos y segundo por dedicármelo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar¡Precioso! Te ha quedado muy, pero que muy bonito. ¿Ves como tú puedes?
ResponderEliminarQuerido L. Hacía mucho tiempo que no pasabas por aquí y me disgusta terriblemente no leerte. Sabes que te quiero y que me parece un Increíble ejercicio de desdoblamiento de personalidad tu carta tan simbólica. HAz el favor de seguir la recomendación de Amparo y no nos dejes tanto tiempo sin tus noticias. Un abrazo!! Tuya, V.E.
ResponderEliminar