Es un árbol frutal. Es la madre, Gaia, la fuerza creadora. El origen. La fuente
de vida.
Será un pintor de
importancia, pero solo veo rayas, el nuevo cubismo. No sé qué le encuentran… y
a mí ya se me han dormido los brazos en semejante posturita. No puedo más.
La veo roja como la sangre que recorre su cuerpo enfrentada
a todo el dolor negro de su alma. La eterna dicotomía.
Parezco un florero, un
cántaro de los de ir a la fuente en mi pueblo, quién me mandaría a mí posar
para este bohemio.
El yin y el yan. Los contrarios. Ángel y bruja. Formas
redondas y contundentes: la hechicera y la monja, la maga y la pecadora.
Con el hormigueo ya no siento los brazos y ¡este frío! Lo dejo. Me voy
a mi casa a tomar un chocolate bien caliente. No seré famosa, pero al menos no enfermaré
de pulmonía.
Muy buena combinación de monólogos, supongo que el de él en alta voz y el de ella para sus adentros. Muy conseguido, Maga. Sigue, sigue que hay muchas fotos.
ResponderEliminarJa ja ja. Malén, estás en racha. Sigue escribiendo, no pares, sigue sigue...
ResponderEliminarJejje... me encanta...
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