Me separo de ti cada mañana, ya que me obliga el mundo que se asoma por la ventana. Y desde la expectativa de saber que me esperas, siempre fiel e inseparable, transcurre mi día. Y pienso en ti y fantaseo con que llegue la hora, más pronto que tarde, de encontrarnos de nuevo, de que me abraces muy fuerte, y de sentir que viajo entre tus páginas. Juntos emprendemos el ritual de la huida, como cada noche, entre las sábanas.
Qué hermosa manera de hablar de amor a los libros. Un abrazo, Maga.
ResponderEliminarExcelente, Malén. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso micro, Malén.
ResponderEliminarMuy poético, Malén.
ResponderEliminar