El sol me ciega. Solsticio de verano. Vacaciones. Los del norte quieren ir al sur. Los del interior a la costa. Los que tienen playa prefieren recorrer valles y montañas. Solemos añorar lo que no tenemos. Los modernos transportes nos permiten esos caprichos en unas horas. Veo cruzarse dos aviones por el cielo. Inevitablemente me trae recuerdos de mi infancia. Los llamabamos a voces, igual nos oían. Entre tanto mis abuelas y las otras abuelas hacían el repetido comentario: "¡Ay si los de antes vieran estos adelantos!". ¡Los de antes!Muchas veces me pregunto cómo habría sido la historia si Napoleón hubiese tenido un teléfono móvil, controlando al instante posiciones enemigas, o Cristobal Colón cruzando el Atlántico en un Transoceánico. ¿Y cómo será el futuro? Lo que tenemos ahora nos parecerá ridículo. ¡Ojalá que la comida no sea una pastillita! ¿Irán los vehículos a velocidad supersónica? ¿El dinero será electrónico? ¿Yo lo veré o viviré presa de algún mal que inhabilite mi memoria? Un claxon aturde mis oidos. El semáforo está verde. Salgo de mis reflexiones y vuelvo al presente.
Enhorabuena por tu relato y bienvenida a esta sala a una antigua seguidora como lo eres tú. Espero que te encuentres tan agusto como en el salón de poesía.
ResponderEliminarGracias.Tanto en la sala como en el salón se está muy agusto,todo lo hace la compañía.
ResponderEliminarMuy bueno amiga, el final muy agudo, y por cierto eso de que los del norte quieren ir al sur, este año más que ninguno...¡nos han robado el verano!. Ánimo y a seguir el camino.
ResponderEliminar