Cuando
llega la noche se arrebuja entre las mantas abrazada a la muñeca. Se
queda quieta, en silencio y bien atenta, esperando percibir los primeros
avisos. El ligero movimiento del visillo, el roce en sus mejillas de unos dedos
frágiles y un leve susurro… “No llores mamá, primero me golpeó con una piedra y
ya no sentí nada más…”
Joder, Amparo!! IMPRESIONANTE!!
ResponderEliminarGracias!! Estos micros no me suelen quedar bien...
EliminarMuy fuerte, Amparo, pero fenomenalmente escrito. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Rafa y sí... es fuerte, pero ya sabemos que la realidad siempre supera a la ficción y está basada en un hecho real: el crimen de Sandra Palo. No sé si lo recordáis, a mí me dejó muy tocada.
EliminarCierto, impresionante.
ResponderEliminarGracias Lu!!
EliminarMe alegro de leerte algo breve y sobretodo tan bueno, enhorabuena por sintetizar una historia tan dura en tan poco espacio y de forma tan contundente.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Gracias Yolanda!! Viniendo de tí es un orgullo...
EliminarCuanto dolor se ve reflejado en una historia tan corta. Muy bien contada Amparo.
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