Todos los días Miguel se paraba delante del mismo
escaparate. Todos los días miraba los mismos juguetes que el dueño de aquel
establecimiento había ordenado según su caótico sentido de la lógica; los
minúsculos soldaditos de plomo se exhibían junto a los grandes peluches, las
cocinitas al lado de los tanques de guerra, los cowboys se sentaban sobre las cajas de puzzles.
Por entonces tenía doce años y, al salir de clase, prefería juntarse con un grupo de chavales del barrio rudos y pendencieros. Buscaba pelea. Y la encontraba. Volvía a casa cubierto de
polvo y manchado de sangre, pero envalentonado por la victoria. Mamá y papá le
recibían en casa enzarzados en una atropellada lucha por la botella de licor.
Mamá, que siempre terminaba derrotada, aún guardaba alguna tierna caricia para
él.
Aquel día llovía a cántaros y no quiso hacer novillos.
Llegaba tarde y andaba a paso ligero por el pasillo del colegio. El director,
como si le estuviera esperando, hizo un gesto para desviar su camino hacía el
despacho. Con las manos en los bolsillos palpó el frío acero de su última
aliada. En el mismo instante en que sintió los grasientos dedos del director en
su entrepierna, el brillante rayo azul y punzante terminó con la vida del asesino de
su niñez.
Un relato duro, muy bien escrito, Amparo. Yo tal vez cambiaría "güisqui" por una bebida más "doméstica" (coñac, aguardiente...) y en lugar de "pierna" pondría "entrepierna". Un abrazo.
ResponderEliminarAl final lo he dejado en "licor". Respecto a la "entrepierna", dudaba si ponerla o no, pero como el relato es tan duro, no vale la pena andarse con remilgos y he decidido seguir tu consejo.
ResponderEliminarGracias por tus consejos!
Puff, vengo del micro de Rafa y todavía estoy digiriendo el tuyo. durísimo, directo al mentón. Fantástico micro, Amparo.
ResponderEliminarGracias, David
EliminarUn relato fuerte de justa venganza. Me gusta cómo lo desarrollaste. Curiosa la equiparación final de conceptos: asesino de la niñez y asesino vengador en duelo. Me gusta.
ResponderEliminarGracias, Nelo!
EliminarEl más valiente de todos, el más fuerte, la víctima. Estupendo micro, me ha encantado.
ResponderEliminarGracias, Pernando
EliminarA mí también me ha gustado ese juego de palabras y asesinos. Me has dejado anonadada. Es fuertísimo!!
ResponderEliminarGracias, Malén!
EliminarExcelente, prima. Ya no pares nunca. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Lu!
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