Spectral Device No. 2. Science Rends the Veil © Edward Bateman, USA
Franklin H. Manson, además de
notable inventor, era un sádico impenitente. No contento con cargarse a su
esposa, convenciéndola de que bajase a un pozo en medio del desierto para
recoger el dólar de plata que aseguró le había caído y dejarla allá abajo,
abandonada a su suerte, este criminal ideó un artilugio que combinando una
serie de extraños gases y electricidad, revivía el espíritu de la finada para
torturarlo psicológicamente.
—
¿Qué me cuentas hoy, Florence? ¿Tienes algún vecino
nuevo?
—
¡Maldito hijo de puta! ¿Pero no me vas a dejar en paz
ni muerta? Estaba jugando al bridge con mis colegas y les estaba zurrando de lo
lindo…
—
¡Venga ya! Pero si no has visto una baraja en tu vida.
—
Mister Reynolds me ha enseñado a jugar. Es un perfecto
caballero, no como tú, cretino. También tuvo mala suerte con su matrimonio. Su
mujer le envenenó con belladona para cobrar la herencia y librarse de él. Es
una pelandusca de cuidado.
—
O sea, ¿Qué la viuda Reynolds está forrada y le va la
marcha? Dame algo más de información, Flo. ¿Dónde vive? Igual me interesa
entablar relaciones con esa pobre mujer y aliviar su sufrimiento.
—
Ni lo sueñes, majadero. Ya veo por dónde vas, pero te
vas a quedar con las ganas.
—
Bueno, tú lo has querido. Voy a dejar tu ánima aquí
suspendida hasta que cantes por soleares.
—
¡Eres un
deficiente mental, Frank! ¡No entiendo cómo me casé contigo! ¡No tienes remedio!
Muy bueno, elaboraste una historia de humor de una tragedia. Contado con gracia y bien escrito.
ResponderEliminar¡Cómo me gusta este cuento!
ResponderEliminarFelicidades.
Excelente muestra de tu fina ironía, Rafa. Un fuerte abrazo y felices fiestas.
ResponderEliminarGermán Repetto
¡Me encantaaaa!!! Comedia total Rafa, muy muy muy bueno! Ironía a tope y con ese toque gracioso tan bueno. ¿has pensado dedicarte a esto? ja ja ja. Abrazos y felicitaciones
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