jueves, 4 de diciembre de 2014

El Presidente




-Comprenda usted, doctor, que nunca antes en la historia había recaído tanta responsabilidad en un solo conejo...

-Lo comprendo, Mister Rabbit, pero diré a su favor es usted muy inteligente, que no tiene nada que temer. En estas sesiones vamos a trabajar su autoestima. Presumo que en pocas semanas se habrá convencido de que tiene las capacidades y aptitudes necesarias y suficientes para gobernar con talento este mundo de locos.

-¿Usted cree? ¿De veras piensa eso? Porque, los de su especie me la tienen jurada... Piensan que un mamífero lagomorfo no reúne las cualidades mínimas exigibles a un Presidente del Universo.

-Le confesaré la verdad: yo no le voté, apoyé a Mister Dolphin, es evidente que tiene el cerebro más grande que el de usted y el programa electoral era más atractivo que el suyo. Pero por supuesto, nunca hubiese votado a Miss Mouse, siempre me ha parecido ladina y retorcida, le encanta andar entre la basura.

-Desde que prohibieron a los humanos gobernar, sus rencillas se trasladaron al mundo animal. Fíjese que antes era el hombre contra nosotros y nosotros contra el hombre. Ahora, además de ese enemigo secular, ya de por sí peligroso, hemos de enfrentarnos a nuestros propios miedos y las incompatibilidades naturales se han convertido en odio y envidia.

-Efectivamente, Mister Rabbit. La secuencia será siempre la misma, gobierne quien gobierne. Pero si he de serle sincero, prefiero que la sociedad esté administrada por los animales, aunque sean salvajes, o mejor si lo son, que por otro humano. ¡Adonde han llegado las cosas!

Rafa Sastre

2 comentarios:

  1. Muy buena moraleja, Rafa! Hay que ver lo que puede dar de sí esta foto!

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  2. Escéptico te veo, Rafa. Me gusta el cuento pero aún confío en la posibilidad de que arreglemos algo.

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