El aroma a cebolla frita, pimiento y tomate natural, el sonido de aquel bolero en la vieja radio, la luz del medio día colándose por la ventana...le atrajeron hasta la cocina. Se apoyó en el marco de la puerta y la observó trajinar mientras murmuraba al compás de la música. El olor del sofrito y su leve "Chopchop" desde la sartén le recordaban que aquel amor seguía vivo, que ella seguía viva. Se acercó sin hacer ruido y le rodeó la cintura con los brazos, ella sonrió sin poder evitar que el vello de su piel se erizase con aquel contacto y se giró lentamente alzando los brazos al aire.
Así estuvieron largo rato, abrazados, meciéndose el uno con el otro, con el vaivén de la música.
Unos segundo después, el bolero terminó, el sofrito se quemó y ella contuvo lágrimas ahogadas por no volverle a ver.
Menudo final!! Todo un desastre en la cocina.
ResponderEliminarBonita escena de amor, con un remate sorprendente. Felicidades, Amparo.
ResponderEliminarMuchas gracias! Después de este "pequeño" parón, tenía ganas de volver.
ResponderEliminarBienvenida de nuevo, Amparo! Bonito y romántico micro con sorpresa final...
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