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Mil lágrimas derramadas
en un rincón de la cocina,
disimuladas, escondidas,
entre escobas y mandiles.
Mil suspiros ahogados
bajo el agua de la ducha,
entre el batín y la toalla,
tras la puerta del baño.
Mil esperanzas perdidas
en el quicio de la ventana,
viendo pasar la vida
tras el cristal, encerrada.
Mil noches en blanco
huyendo entre las sombras…
Mientras, aquellos ronquidos
hunden su cuerpo en la cama.
Una mano cruza el aire
viciado de la estancia.
Un insulto rompe el silencio;
una patada la remata.
Mil gritos se ahogan, mudos,
en lo más profundo de su alma.
En el suelo mil lagrimas se funden
con la sangre allí derramada...
¡Por nada!
EXELENTE, Reca. ¡Chapeau! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Rafa, he aprovechado la generosidad de la familia para conectarme y compartir una fecha tan importante como la de mañana con una pequeña aportación. Un abrazo. nos vemos esta semana... no olvides la cámara.
ResponderEliminarUffff, Reca, me dejas sin palabras...
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