domingo, 29 de septiembre de 2013

Tirar del hilo



Todavía no estoy preparado. No. Tengo miedo. Sí, ya sé que es estúpido, pueril, por más que lo pienso, no logro decidirme. Me asaltan las dudas, la incertidumbre, el pánico se apodera de mí, un sudor frío nace de cada uno de los diminutos orificios y rebosa por las palmas de las manos cubriéndolas de una invisible pátina transparente. Cuando me decida, todo habrá terminado, ésta angustia que regurgita por las mañanas en mi garganta, desaparecerá. Todo volverá a ser como antes. Es insignificante, lo sé, pero no lo soporto, se me clava en el centro de la frente, y me impide concentrarme. No puedo apartar los ojos de ese maldito cabo que asoma por mi abdomen. ¿Y si hubiera algo al otro lado, en el interior? No sé, una aguja olvidada, unas tijeras… Bueno, bueno, creo que estás llevando la imaginación demasiado lejos. ¿O lo peor, y si no hubiera nada, absolutamente nada? Más vale comprobarlo, voy a estirar ya…  Vamos, adelante, tira del hilo… Por fin…, qué alivio, me siento mucho mejor, ahora sí estoy bien… parece mentira, un simple punto que no terminaba de caer, y eso que dijeron que se reabsorben, pues éste parecía que fuera a florecer, justo ahí, en el centro de mi ombligo. Me he quitado un peso de encima, hasta me ha cambiado la cara, sí, fíjate que buen aspecto tengo ahora, salvo esas bolsas debajo de los ojos…, quizá las pupilas algo contraídas…, pero en general…, el tono de piel, como siempre…, ahora todo está en su sitio… a ver, ¿y esa mancha?, uy, ese lunar es nuevo, qué color más raro, no, no es un lunar, no es completamente redondo, ay madre mía, esto no lo tenía hace dos semanas… 

14 comentarios:

  1. ¡Qué mal lo pasan los hipocondriacos! Muy bien Asun, con ese despiste inicial nos hiciste compartir el miedo del protagonista. Un abrazo.

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    1. Gracias David, quería darle otra dirección pero me quedé ahí... igual más adelante retomo el hilo, je, je. Abrazos.

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  2. Muy bien expresadas las sensaciones del protagonista, Asun. Me siento un poco identificada...jejejee

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    1. Gracias Amparo, es genial si te sientes identificada, ja, ja, ja así ya somos dos y quien se quiera apuntar. Abrazos.

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  3. Ja, ja, ja, mejor no mirarse tanto el ombligo!!

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    1. Gracias Malén, me encanta saber que te has divertido, empiezo completamente en serio y sin darme cuenta, le doy un giro absurdo, mejor así quitando hierro.

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  4. No sé si acertaré, pero me suena a experiencia personal. Muy bien descrito, la angustia del hipocondríaco no tiene límites. Abrazos.

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    1. Rafa, no se te escapa una, como a tus detectives, je, je La anécdota es real, sólo me han operado una vez y estaba un poco 'flipada', pero como le decía a David, iba por otro lado y se me coló, una vez ahí, lo exageré y lo terminé en plan 'angustia interminable'. Abrazos.

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  5. Asun, me hiciste acordarme de mi abuela, enfermedad que había seguro que ella la padecía. Como dice Rafa es dura la angustia del hipocondriaco. Un saludo

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    1. Seguro que tu abuela era entrañable, "de aquellos mimbres..." Un abrazote.

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  6. uf... jajajajajaja... al acabar de leer tu relato me quedé pensativo observándome un picotazo de un mosquito... a ver si no fue un mosquito y va a ser varicela!!!, o me pinche con un clavo... en fin. Vivir es malo para la salud. Bien escrito. Un buen monólogo. Un saludo

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    1. Gracias José Luis, adjuntaré una pastilla placebo para las lecturas, mientras tanto un poco de bicarbonato que lo cura todo, je, je Un abrazo.

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  7. Somos muchos los que nos identificamos con esa angustia. Muy bien plasmada, Asun. Felicidades,

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