lunes, 23 de septiembre de 2013

Ira acunada



Que impotencia la vuelta atrás, regresar, desperdiciar el camino, anegado por hologramas de indescifrables significados, que emergen empecinados en el barro de las arenas movedizas donde se hunden los sueños. La dicha queda lejana, se mostró plena, magnánimamente se colaba por rincones, inundando los resquicios, adhiriéndose a los átomos: neutrones y neutrinos le cedían el mejor sitio. Pero retorna, incomprensiblemente, su malsano alimento, la rabia acompañada de saña, revestida con venganza, la ira que todo lo arrasa, la ira niña mimada, la ira, iracundamente mecida, sobrevuela la manada, cebándose en los más mansos, cuando ha sido transportada por los temperamentales que no dudan en expulsarla si no pueden transformarla.

6 comentarios:

  1. Es un texto "muy tuyo". Impactante, te agarra el pecho y te hace reflexionar. Tienes alma escribiendo Asun. Un abrazo

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  2. Muchas gracias David, eres un compañero excepcional. Me siento cómoda escribiendo de esta forma, aunque a veces sea un poco denso, sólo espero que no resulte asfixiante y si, como dices, hace reflexionar, en el fondo, pienso que es lo que intento. Un abrazo.

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  3. Asun, me ha parecido un texto profundamente filosófico, bordado con palabras preciosas y metáforas doradas. Felicidades y un abrazo.

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  4. Opino como Rafa Sastre, texto que salvando las distancias, podría corresponder a una alegoría de la ira de los antiguos manuscritos medievales.

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    1. Muchas gracias Malén, ... la Edad Media fascinante y misteriosa... Abrazos¡¡

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