lunes, 29 de enero de 2018

CUENTOS DE LAS ESTACIONES


Los cuentos elegidos por el jurado para formar parte del libro «Cuentos de las estaciones» son los siguientes:


Cuentos de primavera

Que cada cosa cruel sea tú que vuelves. Cristina Cifuentes Bayo
Un telegrama al futuro. María José Martí López 
Colorines. Magdalena Carrillo Puig 
Una lluvia redentora. Mª Luisa Pérez Rodríguez 
La guitarra. Susana Gómez Granel 
Un dios caprichoso. Xenia Rambla 
El milagro de la vida. Ernesto Vicente Salcedo Aparicio 
«No volverá a ocurrir». Vicente Carreño 
Los topos salen en primavera. Vivian Rodríguez Dorgia 
Eterna Primavera. Pilar Alejos Martínez 
Tulipanes de primavera. Malín Simón 
El ajuar de la soledad. Rosi Serrano Romero 
Primavera esquiva. Mirta Esther Calabrese de Luca
El colorido de las flores. Inmaculada Sastre Carpena 
Temporal de primavera. Javi Díaz Zafrilla


Cuentos de verano

Tanto cielo por volar. Marisa Alemany López
La Joven. Pernando Gaztelu
Catarsis. Sonsoles Durango Horcajada
Como cada verano. David Rubio Sánchez
El perro que vino de Marte. María Tordera Baviera
Ron para Sugar (relato en tres actos). Vicente Carreño
Esmalte de uñas rojo. Susana Gisbert Grifo
Oh, Perseidas. Alex Leimar
Cuando el río suena… Marisa Martínez
Izan y las perseidas. Almudena Villalba Organero
La prima Mariví. Cristina Cifuentes Bayo
Cuento de una noche de verano. Marta Navarro Calleja
Ese ruido. Carmen Cano Soldevila.
Calima en camposanto. Luisa Berbel Torrente
El Mago Milano. Eulalia Rubio Pérez


Cuentos de otoño

Tiempo para amar. María Tordera Baviera
La reina del vodevil. Marisa Martínez Arce
Poemas regalados. Alicia Muñoz Alabau
La chica de las trenzas color de otoño. Ángeles Navarro Peiró
Mirada de pavo real. Almudena Villalba Organero
Otoño en Buenos Aires. Marta Navarro Calleja
Álbum de recuerdos. Susana Gisbert Grifo
La catedral. Lu Hoyos
Como hojas de otoño. David Rubio Sánchez
Momijigari con Shion. Javi Díaz Zafrilla
El cuento encantado. Manuela Vicente Fernández
Clara y yo. Xenia Rambla
Domingo aliñado. Manuel Serrano
Los caminos. Gladys Elizabeth Alonso
En cinco minutos. Amparo Hoyos Sanchis


Cuentos de invierno


Putas locuras. Rafa Sastre
Galatea. Ángeles Navarro Peiró
Navidades robadas. Sonsoles Durango Horcajada
El lobo y la niña. Manuela Vicente Fernández
El calientacamas. María José Martí López
La bañera. Lu Hoyos
Un invierno inagotable. Alicia Muñoz Alabau
Frío. E. S. Llavata
Cuento de Navidad. Luisa Berbel Torrente
El frío. Pepe Sanchis
Hibernación. Pilar Alejos Martínez
Un golpe helado. Magdalena Carrillo
Un sábado de febrero. Cristina Grande Carpio
Invierno del 39. Rafael Olivares Seguí
Ángeles bajo la nieve. Rosi Serrano Romero.


Enhorabuena a los seleccionados y gracias infinitas a todos los participantes. Estamos seguros de que pronto habrá más oportunidades de compartir espacio en los libros de Valencia Escribe.

viernes, 19 de enero de 2018

Fallo del concurso de microrrelatos Valencia Escribe/La Radio En Colectivo del mes de diciembre

Ganadora: CAFÉ PRODIGIOSO. Susana Gisbert Grifo, de Valencia

Cuando entré en su cuarto y vi el desastre que había, estuve a punto de reñir a mi hija.
     Pero algo en la cara de la niña me hizo retroceder, pese a las manchas de líquido negruzco en su cama, su ropa y su libro de cuentos.
        —Como me dijiste que el café te quitaba el sueño, le di café a Aurora, justo antes de que se pinchara el dedo.
No pude creer lo que veía. De su ejemplar de “La Bella Durmiente” habían desparecido las páginas finales
         —Así no dormirá cien años ni tendrá que venir ningún príncipe a salvarla.
Sonreí y la abracé. Y ella me dijo que la princesa Aurora había venido a darle las gracias en persona y a dejarle un regalo.
La creí. Desde entonces guardo como un tesoro el huso que mi hija me entregó como prueba.

Primer finalista: PROFESIONAL. Ángel Saiz Mora, de Madrid.

Había suprimido a todo tipo de personas por encargo, sin interesarse por conocer la causa. Cualquiera que abonase sus honorarios podía contratarle. Él nunca fallaba. Esa frialdad, tan útil en su oficio, resultaba un obstáculo insalvable para su vida sentimental.
Su pareja, que sentía que el dinero no era suficiente para sostener la relación, no tardó en buscarse un amante. Ambos le hicieron llegar el dinero, junto a los datos de su próximo objetivo. Como habían calculado, se eliminó a sí mismo de forma eficaz, aunque sin prever que antes, con una iniciativa desconocida en él, también terminaría con ellos.

Segundo finalista: Bodega. Raúl Clavero, de Madrid
Bajo al sótano. Atravieso después el larguísimo corredor subterráneo. La luz se apaga justo en el instante en el que tomo la manilla de la puerta. Siento un escalofrío. Doy un paso. Tropiezo. Nunca recuerdo el maldito escalón que hay tras el acceso a la bodega. En la oscuridad oigo esa risa infantil que me persigue desde hace unas semanas. Su eco tintinea entre las botellas de amontillado. Hay un ruido de cadenas que se arrastran. Se acerca. Noto su aliento. Ríe de nuevo y por primera vez me atraviesa. Río yo también, nervioso, excitado por tener compañía. Al fin, después de tantos años, ya no soy el único fantasma de esta casa.

Tercer finalista: ROPEROS SOLIDARIOS. Rafa Olivares, de Alicante
No le entusiasmaba en absoluto, pero, por no frustrar la iniciativa benefactora que su hija le proponía al otro lado de la línea, le dijo:
—Mira en el tercer cajón del armario grande del abuelo y coge las camisas blancas, las que hace tiempo que ya no se pone.
—...
—Sí, esas, las que llevan en el pecho bordada la corona encima de sus iniciales.
—...
—No, es igual, no te molestes, no le quites los gemelos de oro con diamantes; pero cuando se las entregues, dile que en Europa hay muchos, que el mes próximo vayan a pedir a otro palacio.