miércoles, 11 de septiembre de 2013

Persiguiendo un sueño




Querida Julia:

Perdona que me despida de esta forma tan extemporánea e impersonal, pero prefiero evitar cualquier tipo de discusión y, sobre todo, asistir a esa dramática escena de afectación y llantos que tienes ensayada y ejecutas, en detrimento de mis nervios, con soberana maestría.

La nuestra no ha sido una relación perfecta, siempre tuvo sus altibajos, momentos dulces y amargos; pero no se puede decir que fuese distinta a la ejemplar relación que mantiene cualquier otra pareja. Y aunque te quiero y siempre te llevaré en el alma, la ciencia me exige ahora el doloroso sacrificio de esta separación.

Tú sabes perfectamente que la investigación lo es todo para mí. Es mi pasión y es mi vida. El profesor Wert me ha invitado a viajar al futuro en la máquina del tiempo que ha inventado. Somos un distinguido grupo de personas las seleccionadas para transitar hasta la España del próximo siglo. Según el profesor, que ha evaluado variables, establecido conjeturas y resuelto multitud de ecuaciones de extraordinaria dificultad, llegaremos a un próspero país donde todo el mundo tendrá trabajo y será feliz, donde no existirá la pobreza ni la discriminación, donde un Gobierno justo y honrado se preocupará de los necesitados. Un lugar donde apenas se pagará impuestos y los servicios serán magníficos, donde la sanidad y la educación tendrán carácter público y gratuito. En ese sitio y en ese momento se utilizarán energías baratas, no contaminantes, y por añadidura los científicos tendremos un papel predominante y decisivo.

Ojalá pudiera escribirte cuando aterrice en el año 2013, o volver y narrarte las excelencias que el futuro deparará a nuestros descendientes. Sin embargo, por ahora la máquina de Wert solo está disponible para desplazarse hacia adelante. No obstante todos confiamos en que cuando la perfeccionemos en nuestro destino, valiéndonos de la tecnología del futuro, serán posibles los viajes en ambos sentidos.

No llores, Julia, estoy convencido de que volveremos a vernos, no sé cuándo ni dónde, pero sé que nos reuniremos y nos amaremos de nuevo.

Despídeme de los niños, cuéntales que su padre ha desaparecido persiguiendo un sueño, que les quiere y regresará el día menos pensado para compartir con ellos un colosal patrimonio de sabiduría y el cariño acumulado durante años.

Sabes que no te olvidaré, mi adoración por ti permanecerá inalterable en cualquier circunstancia. Cuídate. Un gran beso, querida Julia.



Alberto

16 comentarios:

  1. O no me explicado o no me has entendido, Malén. Alberto viaja desde una época indeterminada del siglo pasado hacia el año 2013 pensando que se va a encontrar un país ideal, solo que el profesor Wert había hecho mal sus cálculos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero me gustaría apuntarme a ese viaje hacia el mundo ideal!!

      Eliminar
  2. Bien escrito. Quizá yo hubiera hecho que la carta o una copia de ésta la leyera un vagabundo, en lo que se habría convertido el lector de esa carta que la guardaría como el mayor tesoro que nunca tendría. De ese modo comprobaríamos que la realidad no era la que se esperaba. El relato está escrito con corrección aunque esa visión negativa debería plasmarse, en mi opinión, claro. Y ahora en broma.... Coño!!! es que estaba claro que se iba a equivocar!!!, que se llama Wert!!!. Un saludo, Rafa.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por leer, José Luis. Muy acertada tu visión y lo de Wert está puesto a propósito, claro.

    ResponderEliminar
  4. El título lo dice todo, Rafa. Está muy bien escrito y yo el tono negativo al que se refiere José Luis lo he notado ya desde el segundo párrafo y, por supuesto, al leer el apellido WERT.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con un Wert por medio, la cosa no podía funcionar bien... Gracias, Amparo. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Me ha gustado, Rafa, y queda claro el sentido. Una pena que hayamos llegado a este estado de cosas en el siglo XXI. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Esperanza ucrónica interesante la tuya... me recuerda alguna mía... Muy bien narrado y comentado. Más que una utopía, deberíamos esperar —si este gobierno sigue— una distopía.

    Un abrazo, Per

    PS: http://lokos-a-disfrutar.blogspot.com.es/2012/01/two-futures-seven-years.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta gente no deja espacio para las utopías, son así de malvados. Gracias por leer y comentar, Per. Un abrazo.

      Eliminar
  7. Rafa, excelente como siempre, pero hoy tengo que decir que no estoy de acuerdo. Esa maquina del tiempo no avanza, nos ha llevado a los años sesenta. A combatir la falta de trabajo y de medios con la emigración... Yo tampoco le daré las gracias a ese señor Wert.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Confiemos en que a los cerdos les llegue su San Martín, Reca. Y cuanto antes mejor. Gracias y un abrazo.

      Eliminar