viernes, 27 de septiembre de 2013

LOS SIETE PECADOS CAPITALES



Todas las personas habían sido elegidas con sumo cuidado. Ninguna de ellas sabía realmente que sus reacciones estaban siendo grabadas. Una conversación acerca de la vulnerabilidad de los seres humanos, de la maldad reprimida por el castigo o de la bondad natural trajo consigo una apuesta, un juego en el que se demostraría una de los dos hipótesis. Margarita Bouzón era una de las que aseguraban que las personas son buenas por miedo al castigo, a las leyes, a la sociedad, a la religión...De su opinión eran también un grupo de seis comensales que habían acudido aquella noche a la casa de Carlos Barciela que afirmaba que el ser humano era por naturaleza compasivo, justo y sociable por convicción y no por interés como Margarita apuntaba. El juego ya había comenzado. Se eligieron siete personas con perfiles muy diversos. Cuatro mujeres y tres hombres fueron convocados por la empresa de Carlos Barciela, en principio para la realización de un curso que les reportaría un gran trabajo. Fueron alojados en unos pequeños apartamentos individuales en el pueblo de Vican. Todos recibieron instrucciones precisas acerca de lo que se esperaba de ellos. Ninguno sabría que serían grabados las veinticuatro horas del día. Tan sólo se les indicó que se reunirían a la hora de comer en un pabellón común. Pronto se reunirían los autores del juego, pero antes Margarita y Carlos visionaban las grabaciones con cierta inquietud. Uno de los jugadores había desaparecido, aquel al que llamaron Soberbia. Repasaban la grabación, más concretamente la titulada "la peor de las prisiones, la ira". En ella, el jugador Ira reconocía haber matado a cuatro personas. Nada decía de sus nombres. Esperarían a que las demás grabaciones llegaran a sus manos. La intranquilidad es el motor de la imprudencia. (continuará)

7 comentarios:

  1. ¡Nos quedamos en suspense! En origen los siete pecados eran en realidad ocho. No recuerdo cuando pero se quitó de la lista la Acedia, que es la tristeza, el aburrimiento, la apatía por lo que hacemos, el Demonio meridiano que decían. Saludos

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    1. la acedia se corresponde con la pereza, creo. Gracias por tu comentario.

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    2. Por eso la suprimió Gregorio Magno -gracias Wikipedia-, la asimiló a la pereza pero es algo distinto más próximo a la apatía. Un abrazo

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  2. Pues me encanta el comienzo. Espero "pacientemente" la continuación...

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  3. Interesante propuesta la tuya, José Luis. Como dice Amparo, esperamos el próximo capítulo.

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  4. Interesante juego psicológico, me apunto también al próximo capítulo, que esperaré a su debido tiempo.

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  5. José Luis, te falta un pecado capital y vita: la perversión... Eres perverso. Nos dejas con la miel en los "gulosos" labios ávidos de seguir el relato hasta el final.
    Un abrazo.
    Foixos

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