Sus majestades no pudieron acudir a tan magnífico evento
porque no se contemplaba en el presupuesto de los Habsburgo. Como la
res pública no estaba instaurada, tampoco pudieron hacer acto de presencia ni el sector
alicantino ni el leonés ni mucho menos el mallorquín. Así que, allende el sistema ibérico acudió en
su palanquín, la reina del crimen no organizado, la malévola Wis, quien como la
perversa de todos los cuentos infantiles, y con largas vestiduras hasta el suelo, exclamó nada más llegar:
-¿Y para esto he emprendido tan largo viaje? Más que paella parece arroz y tartana –echándoles una ojeada que no presagiaba
nada bueno y que provocó que se les erizara el vello a todos los allí presentes.
Fernando no ha podido acompañarme -continuó-, asuntos más importantes lo reclamaban,
pero tampoco se ha perdido nada.
Todos iban disfrazados, haciendo honor al Carnestoltes.
Tras las máscaras, saludos y reconocimientos pertinentes, la homenajeada, Asun, vestida de Campanilla con alas y todo, agradeció el premio otorgado a la presidenta de V.E., muy seria en su papel de anfitriona, y empezó a
largar y a largar tanto, debido a su nerviosismo por el tan esperado discurso,
que el arroz no pudo aguantar más, e inició su larga eclosión hacia una apertura sin visos de arreglo.
-Ejem, ejem, -intentaba cortar Amparo por lo sano, que se daba cuenta de lo que sucedía. Pero, ¡quiá! nadie la oía, debido a los
aplausos. Ella, por lo bajini y como buena entendedora de arroces, ya se iba
sirviendo un plato.
-¡Un brindis por los presentes!
-¡Otro por los ausentes!
-¡Otro para Esperanza y su familia!
-¡Otro más por Eufrasio, quien ha llevado a buen puerto
nuestra ópera prima!
Amparo ya comía. Las ensaladas se desmayaban. Entonces, apareció una guitarra.
Amparo ya comía. Las ensaladas se desmayaban. Entonces, apareció una guitarra.
Leocadia, totalmente desmelenada ya por tanto brindis, se
había subido a la mesa de ceremonias y agarrando con una mano la copa de cava, mientras con la otra se arremangaba la larga falda de volantes, inició un zapateado entre platos, cubiertos y copas. La jaleaban Eulalia, que había acudido a la fiesta armada con unas
castañuelas, y un grupo de turistas alemanes, que pasaba por El Pinedo para
degustar las delicias recomendadas en el Tryp advisor y que había desalojado la
mesa contigua, tras finalizar su comida, para unirse al sarao.
Julieta y Geli, por
una vez de acuerdo, asistían atónitas, tras sus respectivos velos de maharanís, al espectáculo, mientras le pasaban los
platos a Amparo para que les sirviese.
-No doy crédito –exclamaban ambas al unísono-, mientras se colocaban de
espaldas al objetivo de Wis, quien deseaba captar la fiesta para posterior
inspiración de relatos de miedo.
Y así, entre aplausos de unos, zapateaos de otros y platos de
arroz de las más listas, la farándula se vio inmersa en un momento de quietud, que es el que veréis inmortalizado en las fotos. Pero no hay que creérselo todo.
Jajajaja pues yo me lo creo todo y espero que las fotografías no me estropeen el cuadro que se ha ido formando en mi imaginación a medida que he ido leyendo.
ResponderEliminarSeguro que ha ocurrido tal cual lo relatas.
Lástimas por l@s ausentes.
Lástima, lástima...Wis, nos envió a su espíritu travieso ya que, su físico, no estaba en condiciones de lidiar tan dura batalla. L@s ausentes, estuvisteis más presentes que nunca y, Amparo y Eulalia, brindando por ell@s, terminaron cantando desde Santurce a Bilbao, acompañadas del Capitán Storm. Creo que Leocadia, esta vez, se introdujo en el cuerpo de Amparo y no paró de hablar y enredar junto a Eulalia. Los demás, miraban estupefáctos. Y hasta aquí puedo y voy a escribir.
ResponderEliminarEstupefactos ¿se acentúa?
EliminarNO sigas, no...
EliminarNo, estupefactos, no.
ResponderEliminarPues vale.
EliminarJajajajajajaja...No voy a soltar prenda...
ResponderEliminarBonita fiesta, Maga, pero la de Pinedo ha sido muy diferente. Esperamos que Eulalia termina de dar el paseo con su dalmata y cuelgue el reportaje fotográfico con discurso en video y todo.
ResponderEliminarEso decís todas!!
ResponderEliminarMalén, yo creo que es como lo cuentas ....., jejeje
ResponderEliminarPaseo al perro... se ha quedado sin salir ¿tú crees que yo podía?
ResponderEliminarPobre animalillo...a partir de ahora, maldecirá por lo bajo, cada vez que te oiga decir que has quedado con alguno de los miembros de VE.
ResponderEliminarYo tambíen lo imaginé así...pero sin lo del dálmata,jajaja
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