lunes, 9 de enero de 2012

LOS ÁRBOLES NO TE DEJAN VER EL BOSQUE. Por Demetrio Poliorcetes.

-Los árboles no te dejan ver el bosque- me decía mi padre mientras conducía por el desierto de Tabernas y yo no lo entendía porque no veía los árboles.
Miraba con extrañeza y cierta compasión aquel rostro arrugado con su sempiterno cigarrillo colgando de los labios y me preguntaba qué tendría que pasar por la cabeza de ese hombre para que dijera aquella frase sin sentido. Ahora ya lo sé. Observo a mi hija con atención sin escuchar ni entender nada de lo que me está explicando mientras cío con ella por el lago. Sé que aunque le hiciera caso ya no la entendería, hace años que se marchó de nuestras vidas aunque siga viviendo en nuestra casa. La interrumpo para decirle: los árboles no te dejan ver el bosque.
-Papá, no te preocupés, yo te seguiré queriendo por muy reloco que vos estés.

3 comentarios:

  1. En este relato se ven muy bien los choques generacionales, así como los diferentes puntos de vista que se ajustan muy bien a las edades: niñez, vejez y juventud.

    ¡Bien hecho!

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  2. Este...Creo que lo entendí. A mí me parece muy bonita esa frase y además cierta. A mí me pasa siempre, sólo veo los detalles, las pequeñeces y eso no me deja ver lo importante. Aleccionador cuento.

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  3. Amparo no importa, te quedas con la idea general, aunque no entiendas los detalles, no te comas el tarro. Por ejemplo ¿Por qué aquí la hija habla con un acento latinoamericano? No te preocupes, no nos lo explican, cualquier respuesta puede ser válida para ese interrogante. Nos ha gustado la historia, es bien real y como dice Geli se plasma requetebién el choque.

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