miércoles, 11 de enero de 2012

Cuaderno de viaje

Foto de Manu Solís
Llegué al hotel de Maxine, en Puerto Vallarta, un cálido mes de febrero. No había mucha gente alojada, cosa que agradecí, necesitaba poner en orden mis sentimientos y el bullicio me molestaba sobremanera. Nos hicimos muy amigas Max y yo. Entre trago y trago de Whisky me contó sus amores y desamores con un viejo amigo, sacerdote anglicano para más señas, y yo le conté mis penas a causa de un orfebre libertino que me había destrozado el corazón. Dimos largos paseos por la playa, comimos exquisitos platillos mexicanos acompañados de cerveza y bailamos con hermosos hombres a la luz de la luna. Todo fue bien hasta que llegó una extraña mujer acompañada de su abuelo de cien años, pintora ella y poeta él; y un autobús cargado de turistas americanas. Se rompió el silencio y las confidencias y decidí seguir con mi viaje. El siguiente destino fue Buenos Aires, pero esa es otra historia.






9 comentarios:

  1. Precioso cuento, prima y la foto De Ava Gardner ¡Qué guapa!

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  2. Esperamos impacientes las aventuras por Buenos Aires, que no se hagan esperar. Un beso.

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  3. Los turistas llegan a todas partes, ¿será el "progreso"?.

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  4. La de la foto se parece a ti.
    Nunca he entendido qué significa "la noche de la iguana". El relato se parece un poco a la peli o me lo parece... es que la vi hace ya mucho y ya no me acuerdo.

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  5. Eufrasio tiene razón, Lucrecia te pareces un montón a Ava. gracias por tus relatos Lu para mi son como los viajes que no he podido hacer nunca. Un beso Luava.

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  6. Gracias, amig@s. Yo tampoco sé porqué se llama así la película, pero por allí hay muchas iguanas.
    Marige, viajar así es muy fácil, yo no he estado allí solo he mirado la fotografía y he recordado la película de Huston, creo. Pero ahora que lo dices, creo que voy a seguir haciéndolo. ¿Te apuntas?

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  7. Evoca a épocas pasadas, me has dejado con ganas de más

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  8. El final me gusta mucho, Lucrecia. Me encantan estos cuentos cargados de cierta nostalgia por el pasado.

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