viernes, 17 de febrero de 2012

PARÍS, TEXAS

           Un hombre camina por el desierto. En su rostro sólo podemos ver un pasado que lastra sus pasos. En los acordes de Ry Cooder adivinamos nostalgia por una vida mejor, un anhelo por ser perdonados y un formulario para segundas oportunidades. La tristeza se filtra por las grietas de los corazones acostumbrados a sufrir.





            Quince minutos para contar una vida. Quince minutos para dar explicaciones. Quince minutos para que sea la palabra la verdadera protagonista. Quince minutos para poder ver sin ser vistos. Quince minutos para atar todos los cabos sueltos que nos hicieron navegar a la deriva.




            Hotel Meridian, habitación 1520. El hombre que caminaba por el desierto, el hombre que contaba su historia en el Peep-Show, une aquello que nunca debió ser desunido. Se encienden las luces; secas tus lágrimas.

9 comentarios:

  1. Marco, me superas. Aunque la ví, ya no recuerdo esta película (cosas de la edad), de todos modos el relato me gusta, me ha parecido...¡Muy elegante!

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  2. Un peliculón, guardo el sabor, sé que me impresionó...Me pasa como Amparo, qué jodidas somos, que coincidimos en muchas cosas no sé por qué será... Tu relato, impecable, la reiteración de los 15 minutos, me ha traído a la cabeza la idea de "Te recuerdo Amanda" de Víctor Jara: la vida es eterna en cinco minutos... Solo que en esta, el final es trágico. Cómo somos unas historias nos llevan a otras y así andamos enredadas en ellas!!

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  3. Buen relato y buena película. La vi hace tanto, que debería revisarla.
    El primer tramo de tu relato contiene mucha poesía. Obviaría "que pesa como el plomo" por ser una frase cliché.
    El siguiente tramo, como bien dice Malén, recuerda a Amanda.
    ¡Enhorabuena, Marco! Me gusta como juntas las palabras.

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  4. Esta galería de películas olvidadas, que sabemos que nos gustaron en su tiempo, nos obligará a refrescar la memoria acudiendo al videoclub de la esquina, que también estaba olvidado. Excelente tu relato, Marco.

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  5. Vaya, pues tenemos que organizar un ciclo con esas películas que ya apenas recordamos,jaja. Muchas gracias por vuestros comentarios. Hay un plano en esta película genial que me tiene enamorado: un travelling largísimo que sigue al protagonista a través de un puente. Es todo un alarde de técnica al servicio de una buena historia. Geli, he modificado esa frase cliché. La verdad es debí sospechar cuando me salió tan de carrerilla. Buena apreciación. Gracias!!!

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  6. Quince minutos.

    En un alarde de riesgo narrativo impresionante, Wim Wenders, el director de la película, nos regala una de las mejores escenas del cine contemporáneo. En un Peep-Show, él y ella, después de tanto tiempo... Él sabe que es ella... Ella no, pues no puede verlo; un cristal que pare ella es un espejo y para él una ventana... Explicar todo lo que has hecho mal en una vida... Quince minutos hablando... La cámara sin apenas movimiento, confiando en el texto y en la calidad de unos actores en estado de gracia... Y la cara de ella cuando va comprendiendo lo que él le está contando... cuando empieza a comprender quién es él... Esta escena debería ser estudiada por todos los que quieren, algún día, contar una historia por medio de las imágenes. No pensé en ningún momento en Te recuerdo Amanda, canción que, por otra parte, me encanta... Quince minutos, Quince! Cuando la vi por primera vez no me lo creía... Pensaba: bueno, pues ahora Wenders hará un plano contra plano, cortará la escena en un momento determinado... Pero no, no lo hizo, y la cámara seguía y seguía rodando... Y él hablando...y ella escuchando... Y yo, claro, llorando...

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  7. Marco, me apunto la peli, has elegido unas imágenes fantásticas para tus textos. "La tristeza se filtra por las grietas de los corazones acostumbrados a sufrir" ¡qué frase!! Me temo que yo no podría ver una peli a tu lado, formaríamos un río lacrimal, jajaja ...

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  8. ... un pasado que lastra sus pasos, ¡genial! Como siempre.

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  9. Muy buena descripción de una de las obras maestras de Wenders. Un día tenemos que hacer un minimonográfico sobre "Der Himmel über Berlin". Enhorabuena y un beso, compañero... Ya sólo te falta plantar el árbol,¿no?.

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