sábado, 11 de febrero de 2012

¡CORTEN!


¡CORTEN! Cientos de veces el director pronuncia esta palabra. El mínimo detalle es suficiente para que una toma no sea válida. Repiten y repiten hasta que los actores consiguen dar el matiz que se espera de su interpretación. Un movimiento inadecuado, una sonrisa inapropiada, un beso demasiado largo, ..... Apreciaciones, en las que el público no repara cuando se sienta en la butaca del cine y empieza a sintonizar con los protagonistas, riendo, llorando, sintiendo pánico, según el tema. Si una película consigue transmitir algo al espectador, es entonces cuando se podrá decir que el director y todo su equipo, han hecho un gran trabajo.

6 comentarios:

  1. Verdaderamente tienes razón, jamás pensamos en todo lo que hay detrás!!

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  2. También en nuestra tarea, cada palabra, cada COMA (mis enemigas), pueden cargarse un cuento si no se colocan en el sitio adecuado. Buena reflexión.

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  3. Al final todo es una sarta de mentiras que nos hipnotizan si están bien hechas. Bien, Dori.

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  4. Es cierto, Dori. Detrás de la magia es dónde está el truco y como dice Lu, la mentira. Pero a veces esta mentira da como resultado una obra de arte. De acuerdo con Yolada, buena reflexión.

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  5. Estoy de acuerdo con todas. El arte es un arte-facto que nace de la mentira para crear verdad (aquellos que lo consiguen, claro) Además, dentro del cine no podemos olvidar, como muy bien apunta Dori en su relato, la cantidad de tomas que luego, en la sala de montaje, quedan fuera del resultado final... Muy bueno Dori!!!

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  6. ¡Buena reflexión, Dori! Solo una cosilla, corrígele el género a "Si un película consigue..."

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